Con sendas procesiones en las parroquias de todo el país, miles de católicos celebraron hoy Domingo de Ramos, que en la tradición cristiana se recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, y marca el inicio de la Semana Santa.
En el casco histórico de la capital, el centenario festejo religioso arrancó a las 7:00 de la mañana desde la iglesia El Calvario, en el Barrio Abajo, hasta la Catedral Metropolitana donde el arzobispo José Vicente Nácher Tatay bendijo los ramos de olivo a la multitud que desbordó la iglesia y la plaza del parque central.
“Hossana, hossana, bendito el que viene en el nombre del Señor”, cantaban los feligreses, durante el recorrido de la procesión, encabezada por una colorida carroza a cuestas de 24 hombres, finamente vestidos de rojo y desplazándose a paso lento y cadencioso por la avenida Jerez.

Sobre la carroza llevaban tres niños pastores y a Jesús sobre un noble burrito bellamente confeccionados en recuerdo a uno de los momentos más sublimes narrados por los evangelios del Nuevo Testamento.
Otra carroza similar con el mensaje “Dejad que los niños vengan a mí”, se desplazaba en la misma marcha, a cargo de mujeres vestidas de traje formal azul y corbata.

FE Y TRADICIÓN
El sol mañanero quemaba a los miles de devotos, visiblemente sudorosos, que seguían la marcha varias cuadras atrás, algunos de ellos con la biblia en alto, apretando un rosario entre sus puños y entonando cánticos alusivos.
Predominaba entre ellos, los frondosos ramos de olivos de diferentes tamaños y cruces de madera decoradas con el mismo material por artesanos que llegaron desde el viernes a la capital a participar en las procesiones y hacerse algunos lempiras.
El ambiente religioso penetraba el resto de los rincones del corazón capitalino a cargo de una orquesta sinfónica que acompañó la marcha mientras en la avenida Cervantes se encuentran listas las coloridas alfombras de aserrín para las procesiones del Vía Crucis.
Iguales rituales se celebraron en las principales parroquias capitalinas y en ciudades coloniales como Choluteca, Gracias, San Pedro Sula y Comayagua, conocida como la capital del turismo religioso. (EG).





