Con las tradicionales alfombras de aserrín, confeccionadas por los mismos pobladores, Comayagua se prepara para recibir a miles turistas que suelen tenerla de destino en las vacaciones de Semana Santa.
Los entusiastas artesanos, la mayoría jóvenes de las diferentes parroquias de la ciudad, han comenzado con este arduo trabajo en las calles y avenidas de la antañona excapital de Honduras.
Como todos los años para esta fecha, el casco histórico de la ciudad se abarrotará de pintorescas alfombras que la han convertido en la “capital del turismo religioso”, atrayendo a cientos de turistas nacionales y extranjeros.
Las obras artísticas son hechas especialmente para exhibirlas durante las procesiones del Viernes Santo, pero están disponibles al público peatonal los días previos.
Las alfombras son inspiradas en motivos religiosos, pero también exaltan la biodiversidad del país, culturas vivas, arqueología, ríos, ciudades y gente. (EG)