Familiares y vecinos del municipio de San Marcos, Ocotepeque, exigen justicia tras la muerte de Ángel Ariel López Mejía, un joven de 16 años, quien recibió un disparo por parte de un agente policial, en un hecho que ha provocado indignación en la comunidad.
El incidente ocurrió la noche del sábado cuando el menor se conducía en motocicleta junto a otro joven y, según el reporte policial, no se detuvo en un retén de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) ubicado en la salida hacia el sector Sabana Larga.
Según las autoridades, un agente disparó supuestamente al suelo como advertencia, pero el proyectil impactó al menor. El jefe departamental de la Policía Nacional en Ocotepeque, Miguel Ángel Villatoro, calificó el disparo como accidental y explicó que los jóvenes cayeron de la motocicleta por el susto, tras lo cual uno de ellos huyó del lugar.
El adolescente fue trasladado al hospital de Ocotepeque y luego remitido al hospital Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula, donde falleció horas después debido a la gravedad de la herida.
Los familiares de Ángel López exigen una investigación exhaustiva y transparente para esclarecer si el agente disparó directamente contra el menor. La Policía Nacional informó que los agentes involucrados ya están bajo investigación del Ministerio Público.
Violencia contra menores en Honduras
Según la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (COIPRODEN), un promedio de 50 menores mueren violentamente cada mes en Honduras.
De acuerdo con datos del Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol), en lo que va del año se han registrado 506 homicidios, de los cuales 56 han sido mujeres y 450 hombres.
Los departamentos con mayor índice de violencia incluyen Francisco Morazán, Olancho, Yoro, Cortés, Colón, Comayagua, Copán, El Paraíso y Choluteca.