La corrupción detrás de los arbitrajes internacionales está poniendo en riesgo a cientos de compañías y empresarios latinoamericanos, porque los jueces a cargo de los casos desprecian la justicia regional y se ponen del lado de la contraparte estadounidense, denunciaron abogados expertos.
Continental Towers, de capital centroamericano y con presencia en Honduras, es una de las empresas cuyas inversiones se están viendo perjudicadas porque las irregularidades procesales de estos tribunales privados inician con el sesgo de los árbitros y violaciones al debido proceso, señalaron los abogados.
Cuestionan también, atribuciones indebidas sin respaldo probatorio, vulneraciones al debido proceso, aplicación indebida del derecho sustantivo y actuación fuera del ámbito de la competencia arbitral.
Asimismo, dependencia de prueba testimonial indirecta, acusaciones sin pruebas que las respalden, indemnizaciones desproporcionadas y tratamiento inconsistente de la prueba.
Como un claro ejemplo citaron el litigio en el que está de por medio la empresa Continental Towers, cuyo socio estadounidense, Peppertree Capital Mangement Inc., usando su influencia, logró que el tribunal mantenga en el puesto de gerente general (CEO) de esta compañía, al guatemalteco Jorge Alberto Gaitán Castro.
El ciudadano guatemalteco a pesar de estar preso en ese país con solicitud de extradición de El Salvador por los delitos de estafa continuada y denunciado criminalmente en Honduras.
Los abogados hicieron ver que a pesar de haber interpuesto diferentes recursos con pruebas fundamentadas para que el tribunal le revoque el cargo a Gaitán Castro, por encontrarse sometido a procesos criminales, no lo han conseguido.
Gaitán Castro es parte del grupo de personas que busca apropiarse irregularmente de Continental Towers. Los jueces Marc J. Goldstein, Mélida N. Hodgson y Richard F. Ziegler, se han negado a actuar, despreciando las diligencias de las fiscalías y tribunales centroamericanos.
En el caso de la jueza Hodgson, los abogados denunciaron que actúa con doble moral, porque acusa al sistema salvadoreño de ser corrupto, pero el bufete, para el cual trabaja, defiende a ese mismo país en un arbitraje internacional en Estados Unidos.
Casos similares se han presentado en compañías de Centroamérica, Ecuador, México y Brasil, señalan los abogados, admitiendo que es difícil documentar estos casos ventilados por la Asociación Americana de Arbitraje (AAA) que involucran a empresas en EE. UU. y Latinoamérica (LATAM), debido a la naturaleza privada y confidencial del arbitraje.
“Estos árbitros son simplemente abogados que se están pasando por encima de las cortes y fiscalías de Centroamérica, se burlan de nuestros países diciendo que son manipulables cuando los manipulables son ellos”, puntualizan.