Los ministros europeos de Asuntos Exteriores del G5+ están dispuestos a aumentar la presión a Rusia, incluso con nuevas sanciones, para que se avenga a firmar la paz en Ucrania, y se comprometen a asumir mayores responsabilidades en la seguridad y defensa de Europa.
Son algunas de las conclusiones reflejadas este lunes en un comunicado conjunto de la reunión en Madrid de este grupo de contacto que se creó en noviembre pasado para hacer frente a la amenaza de Rusia y seguir apoyando a Ucrania en un contexto de cambio de la geopolítica mundial con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca.
A este cuarto encuentro del G5+ asistieron hoy los titulares de Exteriores de Francia, Alemania, Italia (secretaria de Estado de Exteriores en este caso), Polonia, España, Reino Unido y Ucrania, además de la alta representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Kaja Kallas, y el comisario de Defensa, Andrius Kubilius. Los representante alemán y ucraniano intervinieron por videoconferencia.
Todos reiteraron el «férreo» compromiso con la OTAN «como cimiento de la seguridad euroatlántica», así como con un mayor apoyo político, financiero, económico, humanitario, militar y diplomático a Ucrania, que reforzarán con un destacado apoyo militar a corto y largo plazo.
En ese sentido, subrayaron que Europa está dispuesta a desempeñar un papel propio para lograr la paz, entre otras cosas porque aporta ya casi dos tercios de todo el apoyo a Ucrania, invadida por Rusia en febrero de 2022, y el 60 por ciento de la ayuda militar.
Recordaron en la nota que muchos socios europeos, incluidos los miembros de este grupo, han asumido importantes compromisos adicionales para apoyar militarmente a Ucrania y están planificando otros nuevos.
Aunque en este punto los socios avanzan a dos velocidades, pues algunos ya superan la inversión en defensa del 2 % del Producto Interior Bruto respectivo, acordado en la cumbre de la Alianza Atlántica de 2014, como Polonia o los países bálticos, más próximos geográficamente a Rusia.
Y otros, entre ellos España, Italia o Alemania, no llegan a ese nivel. En el caso del Gobierno español, sigue sin dar un plazo aproximado de cuándo se prevé alcanzar ese objetivo.
Preservar la soberanía e integridad territorial de Ucrania
Insistieron también en que ningún acuerdo de paz puede comprometer la seguridad euroatlántica y la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
Tampoco aceptarán ningún pacto «que restrinja la industria militar y de defensa de Ucrania o la presencia militar de países socios en Ucrania», un eventual despliegue del que son partidarios Francia y Reino Unido.
La paz, dejaron claro los ministros, debe estar respaldada por garantías efectivas que impidan nuevos actos de agresión, porque son un elemento «indispensable» para una paz justa y duradera, basada «en el derecho soberano de Ucrania a determinar sus relaciones de seguridad con sus socios», y en el deber de la comunidad internacional de evitar futuras agresiones de Rusia.
El futuro de Ucrania está en Europa y en la Unión Europea, y el futuro de Ucrania «es crucial para la seguridad de Europa», y por eso la UE tiene que participar «plenamente» en las negociaciones, de las que ha sido apartada por EE.UU. y Rusia, y tomará sus propias decisiones, advirtieron. EFE