Santa Sede (AFP). El papa Francisco, convaleciente en el Vaticano tras más de cinco semanas hospitalizado por una grave neumonía, instó hoy domingo a los católicos a vivir la Cuaresma como un «tiempo de curación», en el séptimo rezo del Ángelus en el que no estuvo presente.
El pontífice argentino, de 88 años, abandonó el hospital Gemelli de Roma el domingo pasado tras 38 días de hospitalización por una neumonía bilateral que puso en peligro su vida en dos ocasiones.
Jorge Bergoglio debe ahora proseguir su convalecencia de al menos dos meses, con terapias de rehabilitación y sin actividades públicas, indicaron los médicos.
Francisco volvió a ausentarse este domingo para la oración del Ángelus, que suele pronunciarse a mediodía desde una ventana del Palacio Apostólico que da a la plaza de San Pedro, publicando en su lugar un texto.
«Queridísimos, vivamos esta Cuaresma, sobre todo en el Jubileo, como un tiempo de curación», escribió, refiriéndose al período anterior a la Pascua, el más sagrado del calendario cristiano que este año se celebra el 20 de abril.
«Yo también lo estoy experimentando así, en el alma y en el cuerpo», añadió. Y continuó: «La fragilidad y la enfermedad son experiencias que nos unen a todos; pero con mayor razón somos hermanos en la salvación que Cristo nos ha dado».
La Santa Sede informó el viernes que el papa presentaba «ligeras mejoresías» y progresos en su capacidad de hablar.
Antes de abandonar el centro médico, el papá apareció públicamente con aspecto débil, hinchado y con la voz frágil, respirando con dificultad. Fue la hospitalización más larga de sus 12 años al frente de la Iglesia.
El jesuita argentino ofreció el domingo sus oraciones para las víctimas de los conflictos en Ucrania, los territorios palestinos e Israel, Líbano, República Democrática del Congo y Birmania, golpeados por un terremoto.
«No es tan importante que salga o no. Lo importante es que está vivo», dijo a la AFP el domingo Xochitl Vázquez, una peregrina mexicana de 71 años.