GÜINOPE DESTINO TURÍSTICO: AMADO POR SU GENTE; OLVIDADO POR EL ESTADO

Autor: Luis Alonso Gomez Oyuela
Email: [email protected]

Contribución historia profesor Abel Gómez.

DANLÍ, El Paraíso. En el departamento de El Paraíso son pocos los sitios turísticos para visitar durante esta temporada de verano. En la ruta al oriente del país, encuentra Güinope, con una enorme riqueza historia cívica y cultural, amada por su gente e ignorada por el Estado.

Fue fundado en 1747 por Esteba Rodríguez. Se conoce como la “Ruta de la Naranja”. Según Wikipedia es considerada como una las nuevas 30 maravillas de Honduras. Un recorrido por los diferentes atractivos naturales del municipio comienza en la comunidad de Galeras, con sus centros turísticos “Playa Blanca” y el Triunfo; le sigue en ruta la comunidad de Santa Rosa, con sus cuevas; el casco histórico de Güinope y los atractivos naturales Los Cipreses y el Volcán.

Vista panorámica del templo parroquial en Güinope.

Visitar Güinope como atractivo turístico representa la mejor aventura de los turistas nacionales y extranjeros durante la temporada de verano y en todo tiempo. La fiesta patronal en honor a “San Isidro Labrador” es celebrada en mayo. Entre sus tradiciones destaca el Festival de la Naranja que inicio en 1981, celebración en la que se ofrecen diversos productos derivados de esta fruta cítrica”.

Güinope, con toda su riqueza, su gente laboriosa merece mejor suerte. Mucho engaño de los gobiernos de turno. Una zona productiva merece la pavimentación de la carretera para mejorar la condición de vida de la población y, por otra parte, convertir la cabecera municipal en un destino turístico permanente. Durante el gobierno de Manuel Zelaya Rosales, a través del Fondo Vial, bajo de la dirección de Ramiro Chacón, surgió una promesa de pavimentar, un sueño que nunca se cumplió.

Envases de madera tradicionales para añejar vino de naranja.

Durante esta temporada de verano, cuando se habla mucho de sol y playa, Güinope, particularmente en Galeras, existen los mejores balnearios con aguas de fuentes naturales y Playa Blanca, un lugar paradisíaco que semeja estar cerca del mar para los turistas. Sin embargo, Güinope, también es destino para el turismo ecológico, razón de más para que el gobierno finalmente fije sus ojos en uno de los municipios más pintorescos del departamento de El Paraíso.

Pero Güinope es mucho más dice el profesor Abel Gomez, es historia, cultura, trabajo y ejemplo. Una de las grandes figuras e inolvidable para Güinope es la figura emblemática del Presbítero Francisco Antonio Márquez, quien nació en Tegucigalpa el 2 de febrero de 1776. Hijo de padres españoles ocultos. Fue criado y educado en la familia de los Márquez. Estudio en Guatemala donde se graduó en derecho civil y canónico. Regresó a Honduras en 1808 por la muerte de doña María Francisca Márquez, de quien recibió entre otras herencias un grupo de esclavos, los cuales liberó, siendo así el primero en liberar esclavos en Honduras.

Tumba de Francisco Antonio Márquez.

Fue nombrado vicerrector del Seminario San Agustín de Comayagua, profesor de latín y filosofía del mismo. Después fue ordenado sacerdote y cura de misa de Tegucigalpa. Fue cura párroco en Tatumbla, Gracias, Yuscarán y después pasó a Texiguat. Aquí se encontraba cuando llegaron los pliegos de independencia el 1 de octubre de 1821. Después de reunir sus feligreses, puso a su alumno Joaquín Rivera a leer el acta explicando a los presentes el significado de la misma.

Posteriormente pasó a representar a Honduras ante Guatemala y luego al anexarse Centroamérica a México, el 5 de enero de 1822, Márquez representó a Honduras y Nicaragua, al no poder llegar por lo copioso del invierno; al regreso devolvió las barras de oro que había recibido en carácter de viáticos.

Profesor Abel Gómez, Luis Alonso Gómez y Perla Marcy.

En la Asamblea legislativa en Guatemala, fue nombrado en la Comisión para fundar las bases constitucionales de Centroamérica, que él había leído las constituciones de Colombia, Venezuela y Estados Unidos. Fue firmada el Acta absoluta de Centroamérica el 1 de julio de 1823. De regreso a Honduras fue 8 veces miembro de la Asamblea legislativa y en cuatro de ellas, ocupó la presidencia.

Vivió sus últimos años en Güinope, legándole el cultivo de café, duraznos, membrillos, perotes y por supuesto la naranja. El 13 de abril de 1842 presintiendo la cercanía de su muerte dictó su testamento, donde entre otras cosas dice que deseaba ser sepultado en el camposanto de Güinope, con los hábitos de la iglesia. Y que en su tumba se siembre un árbol de naranja, que si este fructifica su alma habrá sido recibida por Dios.

Fuentes naturales en Galeras.

Muere el 16 de abril de 1842, 5 meses antes que su amigo José Francisco Morazán Quezada. Márquez el único prócer de nuestra independencia, sepultado en Honduras (Herrera en El Salvador y Valle en Guatemala y, Francisco Morazán el unionista y héroe, también está sepultado en El Salvador).

Destacamos a Güinope como un destino turístico en todo tiempo. Que los turistas no se queden en Galeras y aquellos que aman la historia, encontrarán aquí la emblemática figura de Francisco Antonio Márquez y Paulino Valladares, el príncipe de las letras y primer presidente de la Asociación de Prensa Hondureña (APH).

Vista panorámica de Güinope.
Vista de la plaza central y el emblemático templo parroquial.

LO MÁS RECIENTE

Tiran «manotadas de ahogado»

El virtual candidato presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, afirmó que los intentos del...

Hospital Escuela invita a donar sangre para atender emergencias

Previo a las festividades tradicionales de la Semana Santa, las autoridades del Hospital Escuela...

Delegación de Jiangsu y empresarios fortalecer las relaciones bilaterales

El presidente del Congreso Nacional de Honduras, Luis Redondo, sostuvo una reunión con una...

Cae vinculada a muerte de marido

El velo de misterio que rodeaba la muerte de un comerciante capitalino, ultimado a...