Recuerdo de adolescente que mi padre una vez me dijo, “desde que las excusas se inventaron todo mundo queda bien”, lo anterior en relación a una tarea que no realicé como parte de mis deberes escolares. Esa frase rondó mi mente y pensamiento ya que al inicio no logré procesarla adecuadamente sino hasta tiempo después cerca de los veinte años de edad cuando en 1983 ingresamos a la Academia Militar de Aviación localizada en el Valle de Comayagua, lugar donde en la actualidad sigue funcionando.
Como todo en la vida militar, al inicio, hay un choque fuerte ya que el aprendizaje es bajo un régimen estricto de conducta, combinado con demanda física, mental y psicológica, todo lo anterior va moldeando el “carácter” de los que en su momento decidimos desarrollarnos en la profesión de las armas.
Con el transcurrir de los años la misma institución se encarga del crecimiento del futuro “líder”, cursos de capacitación y especialización según los niveles que se adquieren, estos le dan forma y moldean al que un día podría llegar a conducir el espectro operacional y estratégico de la institución armada. Fue en ese momento que hicieron sentido las palabras de mi padre años atrás sobre las excusas, ya que desde los inicios en la Academia se nos enseña a responder “no hay excusa” cuando una tarea, orden o un plan no se pudo ejecutar.
Durante nuestros veintidós años que permanecimos en la Fuerza Aérea de Honduras participamos en algunos procesos electorales y que según el artículo 272 de la Constitución de la República nos mandaba y cito textualmente “la custodia, transporte y vigilancia de los materiales electorales y demás aspectos de seguridad del proceso”, así o más claro. Ante los acontecimientos del 9 de marzo una salida elegante hubiese sido dar la cara y aceptar la falla, como líder de las Fuerzas Armadas ante el pueblo hondureño, y como caballero ante la comisionada presidenta del CNE, al fin y al cabo, la “primera regla del liderazgo: todo es tu culpa.” – Película Bichos.
Las Fuerzas Armadas de Honduras hasta cierto tiempo atrás gozaban de una reputación como una de las instituciones más confiables, concepto que posiblemente ha cambiado, como resultado del accionar de sus lideres. Quisiéramos finalizar con la siguiente frase: “Los patos salvajes siguen al líder de su parvada por la forma de su vuelo y no por la fuerza de su graznido”. -Proverbio chino.
Francisco E. Zepeda Lazarus
Tte. Cnel. de Aviación
Tegucigalpa, M.D.C.