Kervin Ariaga, ha sido uno de los legionarios de mejor rendimiento en la Selección Nacional, regresa a su equipo satisfecho con la misión cumplida, la clasificación a la Copa Oro en una serie no muy complicada ante Bermudas.
«Estamos alegres y agradecidos con Dios por la clasificación, sabemos que tenemos mucho por mejorar todavía, volvemos a nuestros clubes con la idea de seguir en esa misma línea, de hacer bien las cosas para seguir siendo tomados en cuenta», dijo al momento de abandonar el país.
Para Arriaga es normal las críticas, ya que es un ambiente de exigencia: «La presión siempre ha estado, tenemos una meta como jugadores y como Selección, vamos partido a partido, para hacernos fuertes y mostrar la mejor versión», aclaró.
También aseguró que en la actualidad no hay rival fácil: «No hay rival fácil, independientemente del que tengamos por delante. Vamos a tratar de seguir mejorando, trabajar en nuestros clubes para buscar la mejor versión de nosotros», explicó.
Por otra parte, reconoció que el rendimiento en la serie no fue al 100 porciento: «Allá el primer tiempo contra Bermudas fue muy malo, no era el resultado que queríamos y nos fuimos tocados al camerino, pero nos vimos las caras y sabíamos de la capacidad que tenemos para remontar y lo hicimos», recordó.
Un hecho importante que el joven legionario sigue comprometido con su país, para cualquier convocatoria a Copa Oro y lógicamente su sueño es mundialista: «Para la Selección siempre voy a estar. Lógicamente, siempre y cuando el profesor me tome en cuenta, nunca pienso decirle que no a la Selección y seguramente el mundial lo deseamos todos, aunque sabemos que no será algo fácil, pero tenemos capacidad para lograrlo», confesó.
Finalmente, viajó ilusionado para incorporarse a su equipo, el Real Zaragoza, con su nuevo entrenador, Gabi: «Tengo que ir a trabajar y él tomará la decisión, yo siempre voy a trabajar y buscar hacer las cosas de la mejor manera».