Ing. René Alfredo Soto Rivera.
Por relatos de personas mayores sabemos que la ciudad capital en el siglo pasado, era una comunidad que se caracterizaba por un clima fresco a frío, según se tratara la estación del año, muy raras veces se refirieron a situaciones de veranos largos y/o sequía, obviamente, la ciudad tenía una modesta población, al igual que su “crecimiento”. Pues bien, esos escenarios con el tiempo han cambiado casi a situaciones apremiantes debido a la falta de planificación del desarrollo urbano.
Muy pocos alcaldes en los últimos 40 años han realizado acciones en ese sentido, no mencionaré a nadie por no incomodar a los demás que de alguna forma intentaron hacer algo en este tema. Sin embargo, debo de mencionar que debido a la disputa de los cargos municipales con fines propiamente partidistas, “el horizonte se ha perdido a tal grado que hoy día tenemos una ciudad que se está caracterizando por tener sequía creciente en época de verano e inundaciones en la época de invierno”; y a esa situación se suman otros factores que se han derivado de la poca planificación y entre ellos tenemos en primer lugar: el manejo de los desechos sólidos domiciliares, los cuales “adornan” las calles, avenidas, anillos, parques, plazas, solares baldíos y como consecuencia de ese desorden generan en una forma inmediata los vectores como: zancudos, moscas, roedores… etc. Este escenario genera no solo olores fétidos que incomodan a todos, y no siendo suficiente estos problemas, debo de mencionar que los ríos y quebradas que formaban parte de la red hidrológica de la ciudad, ahora, son verdaderas cloacas por la falta de plantas de tratamiento de aguas servidas, a pesar que existen varias prohibiciones en diferentes leyes nacionales; la gran cantidad de heces fecales depositadas en cantidades descomunales ha eliminado la biodiversidad que existía en los ríos y quebradas, no hay vida acuática, y mucho menos un atractivo turístico; por esta situación la ciudad no puede realizar turismo a nivel de la ciudad, no solo por esta situación de contaminación de las aguas, más bien, por los olores fétidos que se derivan por la activación de las bacterias que viven de la materia orgánica en descomposición.
Sin él ánimo de crear un mal sabor de boca sobre la situación de la ciudad, existe otro gran problema que muy poco se ha analizado y que está generando un gran problema ambiental, se trata de la expansión de la ciudad en sus alrededores sin control, esa expansión, está provocando entre otros temas: la perdida de las áreas verdes que rodean la capital y que, gracias a estas áreas, la ciudad aún conserva un clima “relativamente aceptable”. Esta situación debe de enfrentarse con preocupación, ya que, al perder el cinturón verde natural, la posibilidad de capturar agua la podemos perder, creando una verdadera crisis y todos estos problemas pueden convertir al Distrito Central, en una región con una situación ambiental extremadamente peligrosa, en donde sobrevivir será una verdadera hazaña.
El aumento de la temperatura en cada verano será mayor y los daños por el efecto del agua en época de invierno provocará las inundaciones y derrumbes en las zonas “residenciales y periférica”. Para completar la lista de temas adversos al ambiente de la ciudad, debo de mencionar que el ruido nadie lo regula o controla, además, de las cantidades de dióxido de carbono generadas por la gran flota vehicular, así como el inadecuado manejo de los desechos de materiales de construcción, los cuales pueden aparecer en la acera o en las pocas áreas verdes de la ciudad.
Lo interesante de esta pequeña radiografía es que todos estos problemas ambientales tienen una solución técnica, pero por “situaciones que todos sabemos” no se aplican en nuestra sociedad, sin embargo, para informar al lector; las aguas servidas, pueden ser recuperadas por plantas de tratamiento de aguas, recuperando no solo el agua por medio de tratamientos físicos y químicos, los desechos domésticos, estos pueden ser la materia prima para generar energía eléctrica, las quebradas pueden recuperar los bosques de ribera, creando micro corredores y parques; el cinturón verde de la ciudad con una ordenanza municipal, los materiales de construcción pueden ser derivados a un centro de tratamiento de desechos, el ruido con una norma y supervisión; y a largo plazo solo mediante la formación de un nuevo ciudadano con educación y una verdadera planificación urbanística, mientras tanto, sigamos aguantando el calor y estos escenarios.