“UN gran aplauso –mensaje del columnista de Think-tank– genial el editorial en su totalidad”. La amiga doctora: “Gracias por su editorial; hemos acostumbrado a la gente que el teatro es lo que hacen los políticos o ciertos personajes”. “Deberíamos buscar distintas formas de entretener a la gente, para que olviden a esos personajes”. La amiga abogada: “Ja, ja, ja, teatro tooodo el día y de choto o gratis; todo es show en este país”. “Sí hay teatro; pero a mí, al Manuel Bonilla no me gusta ir, me da «mello» ese lugar, desde que me salieron unos ‘mafufos’”. La leída amiga: “Sí, tiene razón Winston, aquí todo es teatro; todos unos artistas”. Un viejo amigo: “El teatro político que tenemos a diario; dependiendo de qué lado se esté es bonito o feo… ja, ja, ja”.
Alusivos a la conversación de cierre: (¿Y sabés –pregunta el Sisimite– de dónde sacan eso de “montaña rusa” y “rueda de Chicago”? -Vos preguntás lo que ya sabés –comenta Winston– por la sabiduría de tus años, no como el mentirosito aquel, de la demencia senil, que pasa alucinando teorías de conspiración de las inquinas que le entumecen el alma. “Las Montañas Rusas» del francés «Les Montagnes Russes». “Su origen se remonta a las “colinas artificiales de hielo” construidas en Rusia en el siglo XVII, donde la gente se deslizaba en trineos sobre estructuras de madera cubiertas de nieve”. “Estas atracciones llegaron a Francia en el siglo XVIII, donde se adaptaron con rieles y carros”. En inglés es “coaster”. -La Rueda de Chicago –vuelve el Sisimite–toma el nombre de la “Ferris Wheel” creada por “George Ferris, para la Exposición Mundial de Chicago de 1893”. “El término usado en España y América Latina es “Noria”, del árabe “nā‘ūra”, «rueda de agua», por “su similitud con las norias de riego tradicionales”. A ver ¿qué asociás con los mareos de la montaña rusa y de la rueda de Chicago? -A los blasfemos intrigantes que giran y giran, suben y bajan, –ironiza Winston– con sus alucinaciones, hasta terminar mareados y mareando a otros con lo que inventan. ¿A qué horas nos bajan de esta babosada? -¿Y ya te convenciste –regresa el Sisimite– que sí hay teatro? -Por supuesto –se ríe Winston– si aquí todo es teatro).
(Quedamos, entonces –entra el Sisimite– que aquí teatro es lo que sobra. Aun así, sea teatro escenográfico, o el teatro de todos los días, la gente, hastiada de la política, o por simple terapia de recreo en sus días de descanso, por mucho que se ingenie, le cuesta encontrar esparcimiento de fin de semana. -Ir a comer elote a las pupuseras –comenta Winston– es lo entretenido. Además ¿quién ocupa ruedas de Chicago o montañas rusas, teniendo lo autóctono? Digamos, a mí me han llevado a las ferias de los pueblos a ver las montadas y las carreras de cinta. ¿Qué más espectáculo que una competencia ecuestre? “Los jinetes deben demostrar su habilidad y destreza montando a caballo mientras intentan atrapar una cinta con un objeto puntiagudo, generalmente un palo”. “Se colocan cintas de tela amarradas en argollas metálicas en el extremo, colgadas de una cuerda horizontal a una altura específica”. “Los jinetes pasan al galope –como ánimas que se las lleva el diablo– por debajo de la cuerda e intentan atrapar una de las cintas introduciendo su palo en la argolla”. -Las reglas varían –interrumpe el Sisimite– y “el ganador suele ser el jinete que logra atrapar más cintas en el menor tiempo o el que consigue una cinta especial (a veces hay cintas de diferentes colores que indican premios)”. -¿No te parece –ironiza Winston– que en vez de elecciones primarias los partidos deberían hacer carreras de cinta? Más llamativo. “En algunos casos, las cintas llevan el nombre de mujeres del pueblo, y quien la obtiene se convierte en su “caballero” durante la feria, siguiendo una tradición romántica y de galantería”. -Aparte –agrega el Sisimite– que el evento se acompaña con bailes, concursos de comida y festejos locales. -Si para encontrar diversión –opina Winston– no hay que ir a Disney. Las carreras de cinta son una forma de preservar tradiciones y fortalecer la identidad cultural de las comunidades rurales. ¿Y vos te acordás cómo eran las kermeses de antes?).