El presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, lidera una reforma estratégica para la promoción de la producción de soya y biocombustibles en Honduras.
Como parte de esta iniciativa, se anunció la instalación de una planta procesadora de biodiésel, con una inversión de 306.4 millones de dólares.
El proyecto generará 800 empleos directos durante su construcción y 200 permanentes una vez que entre en funcionamiento, además de la creación de hasta 200,000 empleos relacionados con el cultivo de soya.
Redondo destacó que la reforma a la Ley de Mezclas de Biocombustibles y la Ley de Comercialización de Hidrocarburos busca transformar la matriz energética del país, fortalecer la seguridad alimentaria y fomentar el desarrollo sostenible. Un beneficio clave será la garantía de compra del 100% de la producción de soya por parte de los agricultores hondureños, lo que asegura estabilidad económica para el sector agroindustrial.
La transnacional Be8 ya ha expresado interés en acelerar el proceso, con planes inmediatos para instalar una planta de producción. Esta inversión también reducirá la dependencia de importaciones de soya y combustibles fósiles, generando un impacto positivo en la balanza comercial y promoviendo el crecimiento de la economía interna.
Estudios locales han demostrado el alto potencial de Honduras para el cultivo de soya, consolidando este proyecto como una apuesta viable para el desarrollo agrícola.
Además de los beneficios económicos, la reforma tiene un fuerte componente ambiental, ya que la adopción de biocombustibles contribuirá a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, disminuyendo la dependencia de combustibles fósiles y ayudando a combatir el cambio climático.
En sus declaraciones, Redondo subrayó la importancia de esta iniciativa para avanzar hacia la autosuficiencia energética, la seguridad alimentaria y la generación de empleo, al tiempo que estableció un marco de seguridad jurídica para incentivar la inversión. Con la asistencia técnica y el respaldo gubernamental, este proyecto marca un punto de inflexión hacia un modelo de desarrollo más sostenible para Honduras. (JS)