Una de las novedades en este parón internacional fue la vuelta a la convocatoria de Francia de Kylian Mbappé, que no disputaba un partido con ‘les bleus’ desde el mes de septiembre. El capitán nacional concedió una extensa entrevista a ‘Le Parisien’ en la que repasó varios temas al respecto.
Uno de los que más llamó la atención fue acerca del Balón de Oro de la anterior edición: «¿Qué es un jugador Balón de Oro? Rodri, ¿considera que un jugador es un Balón de Oro? Pensaba que el Balón de Oro sería para Vinicius, pero al final ha sido para Rodri. Si te lo hubiera dicho tres meses antes, me habrías dicho: ‘¿De qué demonios estás hablando?’ Hoy no sabemos a quién va a ir a parar el Balón de Oro, salvo que no hay que excluir a nadie, que se puede premiar a todos los jugadores, quizá incluso a un portero».
Sus objetivos con el Real Madrid: «Estoy centrado en el Real Madrid y en este triplete histórico que podemos lograr. Es algo que el Real Madrid nunca ha hecho, así que sería realmente extraordinario lograrlo en mi primera temporada. Intento no pensar en nada más para dar el 150% al Real Madrid y traer a casa.
Todo bien con Deschamps y Griezmann
Mbappé también quiso poner fin a los rumores acerca de una mala relación con Deschamps: «Si hubiera habido una ruptura, nunca habría cogido sus llamadas. Todo el mundo me conoce. Si hay una ruptura con alguien, no me mantengo en contacto, no puedo fingir. Eso no significa que en una relación nunca haya desacuerdos. Aunque yo no quiera, puede que los haya. Ahora, tengo mi educación, siempre he tenido respeto y reconocimiento por el entrenador. Fue mi único entrenador en la selección francesa, y me dio mi primera convocatoria. Hemos tenido éxitos juntos y nuestra relación no puede acabar en el cubo de la basura por dos o tres desavenencias que, por otra parte, no son nada graves».
«No son secretos, son desacuerdos que la gente no tiene por qué conocer. En cualquier trabajo hay desacuerdos con los compañeros, pero eso no significa que no te gusten o que no los respetes», añadió.
Sobre su ausencia en los últimos parones internacionales: «No estaba en mis manos. Ha habido muchos casos similares en el pasado y el jugador nunca tomó la iniciativa de hablar. No entendía por qué se esperaba que hablara. Cuando te lesionas, son tu club y el personal médico los que hablan. Y cuando hay una discusión con tu entrenador, es él quien habla. En el primer caso, fue mi club el que habló con la selección. Y en el segundo caso, fue el seleccionador quien habló. No entiendo por qué la gente esperaba que yo hablara».
«Una Eurocopa que no ganas, en la que no juegas bien, un final de temporada en el PSG en el que juegas mucho menos… Es una acumulación de cosas, lesiones, malas actuaciones, cosas que no he vivido mucho en mi carrera y que te obligan a tener que volver a trabajar para convertirte en el jugador que puedes ser», expuso acerca de su bajón de forma.
Acerca de su relación con Griezmann: «Sí, hablo a menudo con Griezmann. Me encanta su hijo, es un fanático del fútbol, me recuerda un poco a mí cuando era pequeño. ¡Le quiero, Amaro! Pero después, es cierto que es complicado, porque estamos en una ciudad en la que nuestros dos equipos son auténticos rivales. En Francia, la gente no sabe lo que es tener dos equipos rivales en la misma ciudad. Pero puedo asegurarle que Antoine y yo tenemos muy buena relación».
La marcha de Deschamps y la llegada de… ¿Zidane?
A comienzos del 2025, Didier Deschamps anunció que se marcharía de la Selección Francesa al término del Mundial 2026. Algo que ni el propio Mbappé sabía: «No me confesó nada. Es una decisión personal, depende de él. Cuando tomo decisiones así, no me gusta tomarme confianzas con la gente, así que agradezco que ellos tampoco lo hagan».
La posibilidad de que llegue Zidane: «No sé quién le sucederá. Sé de quién quieres que hable, pero no hablaré de él porque ese no es mi papel. Hay un presidente de la Federación, y él es quien va a tomar esa decisión. Todo el mundo habla de Zidane, así que no vamos a fingir que vivimos en una cueva y no sabemos lo que está pasando, pero no me corresponde a mí hablar de ello».
«¡Es Zinédine Zidane! Pero como ya he dicho, es Philippe Diallo (presidente de la Federación) quien decidirá. Veremos qué criterios utiliza y qué decisiones toma», añadió.
Su capitanía: «Soy el único al que le hacen esa pregunta. Me han dado el brazalete, lo cojo e intento asumirlo lo mejor que puedo. Pero no entiendo por qué, cuando llevo 8 años en la Selección Francesa y la capitanía nunca ha sido un problema, se ha convertido en un problema. Cuando Lloris no estaba aquí, nadie hablaba de los segundos capitanes. Pero hoy en día incluso eso es objeto de debate. Así que la gente puede pensar que soy estúpido, pero francamente, no lo entiendo. Me gustaría que alguien más inteligente que yo me lo explicara. A veces se me ocurren ideas, pero ese tipo de pensamientos es mejor guardárselos para uno mismo».
Halagos a Dembélé
Alguien con quien tiene muy buena relación Mbappé es con Dembélé, a quien no le costó halagar: «Con Ousmane es fácil, hablamos todos los días. Verle hacer esto me conmueve personalmente, porque sé lo mucho que le han criticado, lo mucho que se han burlado de él. Soy su principal defensor desde que teníamos 14 años. Siempre he dicho, incluso cuando no marcaba, que era uno de los mejores jugadores del mundo. Algunos pensaban que lo decía porque me caía bien. Pero conozco la diferencia entre la amistad y la realidad sobre el terreno de juego. Ousmane alcanzó la madurez a los 27 años, lo que es normal en el fútbol. Hay jugadores que son más precoces, así que algunos pueden haber pensado que llegaba tarde. Pero no, Ousmane Dembélé nunca ha llegado tarde, es la evolución normal de un futbolista, alcanza todo su potencial a los 27 años. Y aún le quedan grandes años por delante. Me alegro mucho por él y espero que siga así. Se merece lo que está consiguiendo, ha trabajado duro para ello y espero que siga al mismo ritmo en la Selección Francesa hasta 2026, para que podamos ser campeones del mundo».
Buena relación con el PSG
Mbappé confirmó que no tiene ningún problema con el PSG y mucho menos con Nasser Al-Khelaïfi: «¡Por supuesto, por supuesto! Jugué en París durante siete años y allí viví momentos extraordinarios. No soy el tipo de persona que solo se fija en lo negativo. Sé agradecer lo que la gente me da en la vida, tanto profesional como personalmente. Por supuesto que le daría la mano, y no me imagino escupiendo en mi mano antes de estrechar la suya».
«Está en las manos de los abogados. Creo que se solucionará rápidamente, no es algo que me inquiete», finalizó el francés acerca del conflicto con el club parisino por los 55 millones. (Besoccer)