SUGERENCIA de un lector del colectivo a raíz de todos estos acontecimientos comiciales. “Me gustaría –dice el amigo– que escribiera sobre el dicho popular “poner las bardas en remojo” y la diferencia entre las “barbas en remojo”, pues creo que lo correcto es “bardas”, y relacionarlo “al cruce entre las elecciones primarias a las generales”. Pues bien, hasta donde sepamos la expresión comúnmente usada “como invitación a la prudencia y a la prevención, ante una señal de peligro”, sería “poner las barbas en remojo”. O sea, tomando el ejemplo de alguien que ha sufrido una desgracia, la conveniencia de prepararse para evitar pasar por lo mismo”. La frase, deriva del antiguo refrán castellano: “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”. En las barberías, los barberos remojaban las barbas antes de rasurarlas, así que a los clientes que observaban, próximos en línea, bien harían en prepararse, ya que pronto podría tocarles a ellos.
Barda se refiere a “una cerca o muro que delimita terrenos”. Hay otras frases coloquiales sobre las bardas: “El que con fuego juega, en la barda se quema”.
(Quien toma riesgos innecesarios o se expone imprudentemente, tarde o temprano sufrirá las consecuencias). “Más vale prevenir que lamentar; mejor levanta la barda”. (Hablando de la importancia de proteger lo propio y evitar problemas futuros). “Arrieros somos y en la barda andamos”, una variante de “arrieros somos y en el camino andamos”. (Estamos todos expuestos a los avatares de la vida y, por tanto, debemos ser empáticos, ya que lo que hoy le pasa a uno mañana puede pasarle al otro). (Cualquiera de estas frases, más apropiada para el cruce de la barda de las primarias a las generales). Algunas anécdotas: “Tras ver el colapso de la Unión Soviética y las consecuencias desastrosas de la economía planificada, Deng Xiaoping decidió poner las “barbas en remojo” e implementar reformas económicas graduales”. “Su famosa frase: “no importa de qué color sea el gato, mientras cace ratones”, refleja su disposición a modernizar la economía china para evitar el mismo destino que la Soviética”. “Mientras muchos en el Reino Unido buscaban apaciguar a Hitler, Churchill, tras observar cómo el régimen nazi se fortalecía y anexaba territorios como Austria y Checoslovaquia, advertía el peligro, sugiriendo “poner las barbas en remojo”. “Su solitario discurso al inicio, de prepararse para la guerra, fue clave para que, finalmente, el Reino Unido resistiera la ofensiva alemana”. Ya de primer ministro, cuando al interior de su gabinete de guerra, los mismos de la política del apaciguamiento lo presionaban a negociar con el alemán, les respondía: “no se puede razonar con la fiera cuando tienes la cabeza en su boca”. Antes de la Revolución Rusa, “el zar Nicolás II no desconocía lo que había sucedido en Francia en 1789 con la caída de la monarquía y la guillotina para Luis XVI”. “Inicialmente con algunas reformas, intentó minimizar las señales de descontento social”. Sin embargo, sus políticas reformistas fueron muy tímidas.”. “Su intento de “poner las barbas en remojo” llegó tarde”.
(Sabías ¿qué el refrán –entra el Sisimite–“cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”, data del siglo XVII? Sebastián de Covarrubias, en su “Tesoro de la lengua castellana o española”, recoge esta expresión, indicando su uso para aconsejar la prudencia al observar las desgracias ajenas”. Bueno, –tercia Winston– voz sabés de esas cosas antiguas, de cuando ibas con la barba ya en remojo a las barberías. Por afinidad, a mí me tocaría hablar de los gatos. Tras el fracaso del Gran Salto Adelante y los efectos devastadores de la Revolución Cultural, Deng dispuso adoptar métodos prácticos para sacar a China de la pobreza, sin aferrarse rígidamente a la ortodoxia comunista. “No importa de qué color sea el gato” –decía– con tal que cace ratones”, dando a entender que no importaba si las medidas eran capitalistas o socialistas, siempre que contribuyeran al desarrollo económico y al bienestar del país. Bajo su liderazgo, China adoptó políticas de apertura económica y reforma, como la creación de zonas económicas especiales, atractivas a la inversión extranjera”).