La gran desvelada

Otto Martin Wolf

En el fácil-difícil manejo de la opinión pública, hay tácticas que han funcionado desde la antigüedad y que lo siguen haciendo, ahora quizá de una manera más planificada y científica.

Una de ellas, quizá la favorita de la mayoría de los políticos es tratar de posicionar en la mente del pueblo en una sola frase -o palabra- un tema específico.

Se simplifica y, de esa manera, se manipula la mente del pueblo haciendo que repita esa frase o palabra y se evita tener que enfrentar el problema en su totalidad.

Un ejemplo: La Revolución Francesa definió en tres palabras todo lo que el pueblo aspiraba; Libertad, Igualdad, Fraternidad.

Sencillo, ¿verdad?

Cambiar la monarquía y todo un sistema político milenario fue definido en tres palabras.

Uno de los más grandes políticos y comunicadores del Reino Unido, Winston Churchill era famoso por bautizar los problemas y definir los hechos con palabras precisas, cortas y fuertes.

Cuando la Unión Soviética existía la definió magistralmente como “La Cortina de Hierro”.

El mundo entero aceptó un término que, en realidad, comunicaba todo lo malo se quería decir sobre la URSS. Hasta la fecha el término sigue siendo aplicado a esa negra etapa del pasado.

La señal “V” con dos dedos de la mano, también son de su autoría. La V era – y sigue siendo- una forma en que se transmite todo un mensaje que significa victoria.

El dictador Fidel Castro era muy bueno en eso, cuando envió soldados cubanos a pelear guerras ajenas en África (con terribles pérdidas en vidas humanas) esos mercenarios se convirtieron en “Internacionalistas”.

Con una palabra prácticamente autorizó la participación de ejércitos invasores en otros países, “Internacionalistas” suena lindo, cierto?

Según Castro mercenarios eran todos los soldados extranjeros que peleaban guerras ajenas, los de él eran “Internacionalistas”.

¿Recuerdan la palabra “Sumatoria”?

Con esa palabra, que significa suma y no otra cosa, aunque lo trata de disimular, se sumaron los votos de varios candidatos y se eligió un presidente en Honduras.

La Constitución ordena que el voto es directo y no se puede sumar al de nadie, pero “sumatoria” suena como a otra cosa.

Una palabra también puede justificar ante el pueblo la violación de la Constitución, recuerda aquello de que cierto artículo de la nuestra era “Inaplicable”?

Esa palabra prácticamente convirtió en anticonstitucional el artículo constitucional que prohíbe la reelección, sencillo y fácil.

Una parte del pueblo se tragó la palabra inaplicable, otros nos atragantamos con ella.

Carretillazo: robo de 40 millones de Lempiras.

Arrozazo, lapizazo, dedazo: Este “azo” al final significa trampa.

Y cuál es la palabra campeona de todas: Watergate!

Esa palabra, que le costó el cargo al presidente de los Estados Unidos en su momento -Richard Nixon- mejor dicho, la mitad de ella “Gate” se le pone de cola a cualquier caso de corrupción y la gente entiende con facilidad de lo que se trata.

Aquí tuvimos “Bananagate” que obligó a entregar el poder al presidente nuestro involucrado en ese escándalo.

¿Estamos claros?

Usted me preguntará: ¿Cuándo finalmente llego al tema anunciado en el título del artículo?

Y yo le respondo: ¡En este mismo momento!

Veamos; cómo calificarán los políticos actuales -y en el futuro los historiadores de memoria aguda- la intentona que fracasó en esa larga noche, cuando la gente se desveló y esperó horas y horas para que aparecieran unas urnas que nadie sabía dónde estaban y por qué no llegaban.

Ese movimiento colectivo fue totalmente espontáneo, no planificado, como surgen aquellos que salen directamente del corazón.

Tiene que ser identificada con una sola palabra, algo sencillo a lo que todos nos podamos referir y todos entendamos de qué se trata sin mucha dificultad.

¿Qué nombre le vamos a dar a ese nuevo intento de robarnos la democracia, la libertad y, posiblemente, todo el dinero que aún queda en las arcas del Estado?

La “Desvelada”?

Suena bonito, veamos cómo se podría utilizar en algún titular noticioso; “Hay que tener cuidado, no nos traten de aplicar otra desvelada”; me suena!

En conversaciones de amigos; “La desvelada no me afectó, al contrario, amanecí con más energía y patriotismo que nunca”.

Propongo “Desvelada”; a ver cuántos la utilizan.

Pero, en eso de noche sin dormir hay que yo durante mucho tiempo, casi toda mi vida no entendí…hasta ahora; aquello de “Alta es la noche y Morazán vigila”.

Eso quería decir ese viejo lema: El sentimiento patriótico que todos llevamos despierto muy adentro y que está guardado en nuestros corazones para surgir con toda su fuerza en el momento preciso, como sucedió con La Desvelada.

Que lo sepan los de la intentona: Vamos a permanecer neciamente, tozudamente, incansablemente despiertos cuando nuestra libertad se vea amenazada… ¡Nos vamos a desvelar siempre!

¡Alta es la noche y Honduras vigila!

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