Un saldo trágico de 53 feminicidios reportó hoy jueves el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH) en ciudades supuestamente “resguardadas” por un estado de excepción policial.
La coordinadora del observatorio, Migdonia Ayestas, señaló que “sin duda este problema de salud pública tiene que ver con las relaciones de poder y es que este año ya se registran 53 muertes violentas de mujeres y feminicidios”.
“La edad de mayor riesgo está entre 18 y 29 años y de 30 a 59 años ese es más o menos, un por ciento frecuente del total. En los departamentos de Olancho, Cortés y Yoro es donde más han matado violentamente a mujeres”.
“Es grave porque la mayoría son feminicidios, es decir, un hombre en su condición de relaciones de poder le está quitando la vida a una mujer”.
“Las enamoran y mantienen una relación con ellas, las agreden y luego las matan. Esto es lo que tiene que cambiar y precisamente por eso es que estamos trabajando para que los futuros o presentes abogados puedan entender que es necesario velar por los derechos de las mujeres”.
“Si hacemos comparativo con las estadísticas del año anterior, los feminicidios van en aumento, en los primeros dos meses del 2024 ultimaron a 39 féminas y este año sumaron 45 víctimas”.
“Estamos sobrepasando el número de víctimas, emitimos un llamado de atención a las autoridades para que investiguen y judicialicen, si no se manda este mensaje que no se tolera la violencia contra las mujeres, difícilmente podemos erradicar el problema” advirtió.
“Hay municipios que antes no se daban estos homicidios, por ejemplo, en Lempira, Santa Bárbara, donde esa violencia de género hace que muchas mujeres pierdan la vida”.
La fuente planteó que “más de un estado de excepción se debe establecer una política integral de seguridad. Que se empiece a trabajar no solo el control y administración del delito, sino más bien en la prevención, enseñarles a los niños a las niñas que no a la violencia”.
“No ser violentos ayudará mucho, pero eso solo tiene que ser en espacios como la familia, la iglesia y la escuela donde los niños deben aprender valores como el respeto que es necesario en esta sociedad” concluyó Migdonia Ayestas.