La colisión entre un petrolero de origen estadounidense y un buque de carga portugués hoy lunes frente a la costa de la localidad de Hull, en East Yorkshire (noreste de Inglaterra), ha desatado una alarma medioambiental mientras las causas del incidente, sin víctimas mortales, se intentan establecer.
Según la Real Institución de Botes Salvavidas (RNLI, en inglés), los tripulantes pudieron abandonar los barcos y se encuentran «a salvo y localizados» después de que el petrolero MV Stena Immaculate se incendiara tras recibir el impacto del carguero portugués Solong, ha informado la empresa estadounidense que lo gestiona, Crowley.
El puerto inglés de Grimsby confirmó que fueron trasladadas a tierra un total de 37 personas, de las cuales una está hospitalizada aunque se desconoce cuál es la condición de los afectados.
Imágenes difundidas por la cadena pública británica BBC, recibidas de testigos, mostraron las dos embarcaciones rodeadas de un espeso humo negro y varios puntos en llamas.
Crowley, que administra el petrolero junto con la propietaria sueca Stena Bulk, ha dicho en la red social X que el choque cuando estaba anclado a unos 25 kilómetros de la localidad inglesa de Hull provocó «la ruptura de un tanque que contenía combustible Jet-A1», lo que causó una fuga cuyo alcance se analiza.
La tripulación del Stena «abandonó el buque después de varias explosiones a bordo» y todos los marineros están «contabilizados y a salvo».
La compañía logística, parte de un programa de abastecimiento del Ejército estadounidense, ha explicado que «se produjo un incendio como resultado de la colisión y se ha liberado combustible» al mar.
También afirmaron en X que su prioridad es «la seguridad de las personas y del medio ambiente».
La organización ecologista Greenpeace ha declarado que «es aún pronto para determinar los daños» causados por el vertido, pero apunta que dependerán de factores como «la cantidad y el tipo de petróleo transportado así como del combustible en ambos buques y, en su caso, qué cantidad ha entrado en el agua».
«Las condiciones del mar y del clima también serán clave para determinar el comportamiento de cualquier derrame», ha agregado.
Las agencias británicas prosiguen las labores de asistencia y rescate así como la evaluación del posible daño medioambiental.
Según portales de seguimiento marítimo como Marine Traffic Data, el MV Stena Immaculate procedía del puerto griego de Agioi Theodoroi con dirección a Hull, mientras que el Solong, con bandera portuguesa, salió del puerto escocés de Grangemouth en dirección a Países Bajos.
En cuanto a posibles causas que expliquen el incidente, la misma fuente señaló que «los detalles aún no están claros» y que la llamada División de Investigación de Accidentes Marinos ha desplegado un equipo para llevar a cabo una evaluación preliminar de lo ocurrido.
Por su parte, la Agencia de Seguridad Sanitaria de este país ha alertado de que la exposición a sales de cianuro -que transportaba el barco luso- puede ocasionar dolores de cabeza, náuseas, mareos, nerviosismo, confusión, cambios en el ritmo cardíaco y somnolencia y, en casos más graves, problemas respiratorio o incluso la muerte.
Mientras se evalúan los daños, el director de la organización medioambiental ‘Yorkshire Wildlife Trust’, Martin Slater, señaló hoy que el derrame del combustible podría ser «devastador para la vida salvaje del estuario del Humber» ya que muchos pájaros se reúnen en la costa antes de la temporada de anidación y hay «números significativos» de focas en el área.
«La costa de East Yorkshire es hogar de colonias protegidas y significativas de aves marinas como frailecillos, alcas, alcatraces y gaviotas», observó el directivo, que opinó de que si el derrame entra en el estuario del Humber, podría «potencialmente ser devastador para las especie del estuario, como los peces y las decenas de miles de aves migrantes que están en las marismas». EFE