Honduras se coloca en la vanguardia de la lucha contra el gusano barrenador, una plaga parasitaria que ha afectado a más de 700 casos en el país, ocasionando un riesgo a la salud del ganado y la estabilidad económica del sector ganadero. A través de una serie de medidas implementadas y una fuerte colaboración entre el gobierno, las autoridades sanitarias y el sector ganadero, organismos internacionales, el país está tomando pasos firmes para erradicar esta enfermedad y evitar su propagación. Desde la declaración de la alerta sanitaria en septiembre de 2024, el gobierno de Honduras, a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), mediante el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa), implementa un conjunto de estrategias sanitarias que no solo buscan controlar la propagación del gusano barrenador a nivel nacional, sino también en colaboración con los países vecinos de Centroamérica.
Con el apoyo del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agroalimentaria (OIRSA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Honduras ha adoptado enfoques regionales para el control de la plaga. Estas acciones incluyen la construcción de la planta de eclosión y dispersión de la mosca estéril, ubicada en Comayagua, zona central del país, como una estrategia que ha mostrado resultados prometedores en otros países afectados, como Nicaragua, Costa Rica, Panamá, donde se ha reducido significativamente la incidencia de la enfermedad. La dispersión de la mosca estéril se realiza de manera semanal, liberando entre 48 a 52 millones de ejemplares en las áreas críticas para reducir la población del gusano que ya deja 706 casos positivos en 16 de los 18 departamentos del país, excluyendo Islas de la Bahía y Ocotepeque.