Entre fuerte hermetismo, temor y muchas preguntas sin responder, miembros de la familia doliente retiraron ayer los cadáveres de cuatro personas ultimadas con saña extrema, la tarde del lunes, en la aldea La Cañada, sector sur de Tegucigalpa.
Los cuatro cuerpos fueron localizados con signos de haber sido torturados hasta morir en un apartado botadero de material selecto, que une el anillo periférico con el denominado cerro El Diamante, ruta alterna y solitaria para llegar a la carretera hacia el sur de Honduras.
Las víctimas son: Jean Carlos Oyuela Castro, Lesman Fabricio Padilla Palma, Kevin Alejandro Oyuela Flores y Mario Alejandro Hernández Acosta, los dos últimos menores de edad.
En el transcurso de la mañana de ayer, los parientes de las cuatro personas llegaron al Centro Legal de Ciencias Forenses en Tegucigalpa, para reclamar los cadáveres de sus seres queridos.
SILENCIO
Con un silencio sepulcral, los entristecidos dolientes se acercaron a la recepción de la morgue capitalina, en compañía de testigos para desarrollar el protocolo de retiro de cadáveres. Los parientes se limitaron a retirar los cuerpos de sus seres queridos para darles cristiana sepultara.
En tanto, las investigaciones sobre este hecho violento seguían ayer por parte de las autoridades policiales.
Los agentes se limitaron a informar que designaron equipos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), para indagar y realizar las pesquisas respectivas en un intento de esclarecer esta matanza.
OBJETIVO CRIMINAL
Trascendió que Jean Carlos Oyuela Castro era empleado del Sistema Nacional de Emergencias 911, en la conducción de ambulancias, tío de Kevin Alejandro Oyuela Flores.
Extraoficialmente se supo también que Oyuela Castro supuestamente era el objetivo criminal de los homicidas. Tras privar de su libertad a los cuatro muchachos, los fueron a matar a ese solitario lugar.
Ese día, el director de Comunicaciones de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, confirmó que los cuerpos fueron encontrados junto a un vehículo Honda color negro, propiedad de una de las víctimas, lo que descartaría un asalto.
Martínez Madrid adelantó que se investiga a miembros de la pandilla 18 como presuntos responsables de este homicidio múltiple.
El comisionado general aclaró que no vinculan directamente con pandillas a las víctimas, pero se realizan las diligencias para determinar bajo qué contexto fue perpetrada esta masacre. Otra línea de investigación no descarta que las víctimas hayan sido ejecutadas en otro sector de la capital.
En lo que va del presente año se registran 10 masacres en Honduras con un saldo de 35 personas fallecidas entre ellas, menores de edad y mujeres.
Solo en el departamento de Francisco Morazán se registran cuatro masacres, mientras que Olancho reporta dos. Asimismo, en los departamentos de Yoro, Ocotepeque y Colón. Los municipios de Juticalpa, Catacamas, el Distrito Central siguen siendo ciudades con alto nivel de criminalidad, de acuerdo con las estadísticas policiales. (JGZ)