Jorge Cálix se juega la vida, políticamente hablando. Una derrota lo mandaría al ostracismo de donde, probablemente, no regrese, aunque él no lo mira así, ni piensa en perder, menos… en una muerte política. Con apenas 39 años ya ha estado al borde del destierro político. La primera, en 2006, cuando un magistrado de su propio partido del CNE, lo confinó a una bodega por el simple hecho de ser de la corriente contraria, hasta que los dos magistrados opositores lo rescataron a un puesto más digno. Entonces, era un estudiante de Derecho lleno de ilusiones. La segunda, en 2022, cuando ganó la votación para ser presidente del Congreso Nacional, pero una facción de sus compañeros de Libre lo sacó a patadas del hemiciclo y del partido, tirándole a matar cotidianamente desde entonces. De estas y otras anécdotas se acuerda entre risas y gestos reflexivos durante la entrevista en su “búnker” de campaña. Se acaricia una barba bien cuidada y vestido con una camisa blanca con las iniciales JC en pequeño relieve. Se acuerda también cuando sus padres lo arropaban con banderas liberales que decían “Flores, Presidente”. Hoy, está a punto del primer paso para ser el presidente más joven del país. ¿Un “Bukelito”?, le preguntamos. “Es una gran respondabilidad que me da el redactor de las Pildoritas”, responde entre carcajadas en alusión a la gustada sección de este rotativo.
los liberales en la recta final de la campaña?
Con alegría, hermano, se les nota en los ojos la esperanza que tienen de volver a ganar.
¿Cómo está el autoestima liberal después de 18 años en la llanura?
Justamente, es lo que iba a decirle, con cuatro derrotas al hilo, cachimbeadas, tras cachimbeadas, ha golpeado el ánimo, pero en esta ocasión sienten que podemos ganar, están con la moral en alto.
¿Una anécdota en estas concentraciones?
En Santa Bárbara me dijeron que a qué iba si ahí no habían liberales y no tiene idea la concentración que montamos, fue hermoso ver las miles de banderas blanco-rojo- rojo.
¿Se ha sentido extraño entre liberales?
Uno se puede sentir extraño en su casa, para contarle una anécdota, cuando yo era niño, me arropaban con las banderas que decían “Flores, Presidente”, mi papá era el coordinador de Carlos Flores en La Mosquitia y después de la campaña del 89 le llegaron tarde unas banderas. Molesto, dijo que iba a regresarlas, pero mi mamá le dijo que no, y las hizo cameras y sobrefundas, entonces, yo, literalmente, dormía arropado con la bandera liberal, así crecí, escuchando las canciones de los hermanos Mejía, Pajarito Pechito Rojo, La historia de los liberales.
Y aquel video llorando cuando ganó Libre en 2021, ¿eran lágrimas de cocodrilo entonces?
Mire, cuando ganó doña Xiomara, mucha gente lloró con la esperanza de que las cosas cambiaran, me sentía alegre, eran lágrimas de alegría porque fue algo que se miraba imposible. Ahora, viendo lo que ha pasado en estos tres años, -odio, rencor, narcovideos, nepotismo- Dios permite que uno pueda abrir los ojos para entender lo equivocado que estábamos.
¿Pesa la “camisola” del Partido Liberal?
La historia del Partido Liberal pesa por el compromiso con los liberales de hoy, la memoria de los de ayer, hay que escribir nuevas historias, porque seguimos hablando, 60 años después, de lo que hizo “Pajarito” (Ramón Villeda Morales, presidente 1957-1963). Igualmente, hay que renovarlo, sus liderazgos siguen siendo los mismos de hace 30 años.
Se juega la vida, políticamente hablando, ¿ lo ve así?
No lo veo así, no me puedo jugar la vida en una elección con 39 años, a esta edad, usted se puede dar el lujo de tener desaciertos y tiene una vida por corregir, caer y levantarse, si es cierto que me las estoy jugando todas porque pienso que es nuestra oportunidad y puedo ayudar al PL a ganar, sin embargo, y a pesar que estoy convencido que vamos a ganar, si Dios decide otra cosa, la vida sigue para mí.
¿Apoyará al otro candidato, si pierde?
Repito, estoy convencido que voy a ganar, me siento ya el candidato oficial,
pero si Dios y los liberales dicen otra cosa voy aceptar esa decisión y voy apoyar a esa persona que digan los liberales, inmediatamente, porque lo que yo quiero es que gane el Partido Liberal, pase lo que pase.
Le han tirado a matar desde Libre, ¿cómo ha asimilado estos ataques cotidianos?
Muchas veces ni cuenta me doy, no le presto atención, la vida me enseñó a aguantar, los perdono y que Dios los bendiga.
Hasta decir que es el candidato de JOH, el “Caballo de Troya” en el PL, el candidato de los narcos y empresarios malos, ¿qué les responde?
Pueden decir cualquier cosa de mí, pero hay dos cosas que no pueden decir: La primera, es que es a Jorge Cálix que le tienen miedo, por eso lo atacan, porque yo sé cómo ganarles, y lo otro es que nunca me van a ver en un video con narcotraficantes repartiéndome millones, la mitad para la campaña y la mitad para el comandante.
¿Se acuerda cuando lo “purgaron” a unas bodegas del CNE solo porque era de la otra corriente del presidente de turno de ese órgano colegiado?
Mire, algo que a usted le consta es que me ha tocado venir desde abajo, aguantar humillaciones, pero yo no me hinco, no me doblo, no me rajo, ni renuncio, yo lucho y salgo adelante. Ahora, estoy aquí, a pocos días de ser el candidito oficial y a pocos meses de ser el presidente de Honduras. Al final, esos maltratos del jefe del CNE que usted menciona y hasta el golpe en el Congreso solo han servido para forjar el carácter.
A propósito del Congreso, aquella patada voladora de Rasel Tomé, ¿le dolió o no le pegó?
Sí me la pegó, pero no la sentí porque pega…
¿Cómo usted o como yo, como dice el otro candidato?
No, no, como Alisa, mi hija, pero eso ya pasó.
¿Se arrepiente?
¿De qué?
De intentar apoderarse a las malas del Congreso, según Libre, pactando con los nacionalistas.
Yo no pacté, yo pedí votos, ¿cómo ganaron la CSJ? Con votos nacionalistas, ¿por qué los votos nacionalistas son del narcotráfico solo cuando tiene que ver conmigo? ¿Cómo nombraron al fiscal? ¿Por qué ahí no son votos malos? Eso, lo único que demuestra es que les gané legalmente y como no hallaron cómo vencerme, conforme a derecho, recurrieron a las patadas.
¿Le terminó diciendo presidente a Luis Redondo?
No, él está ilegal, ¿por qué le voy a decir presidente a alguien que no se lo ganó?
¿Qué lee o no hay tiempo?
En estos momentos, no hay tiempo, pero siempre leo sobre política, historia, derecho,
Algunos le dicen “Bukelito”, ¿le gusta ese apodo?
(Suelta una carcajada), es un peso bastante grande esa comparación, el redactor de las Pildoritas me dice así por la similitud que tenemos, sobre todo, porque ambos somos “millennials”, ambos fuimos expulsados de un partido y aspiramos jóvenes a la presidencia de la República. Bukele ha tenido mucho éxito y yo espero tener éxito con alguna de sus políticas.
¿Como cuáles?
Me propongo un país libre de maras, soy el único que he dicho que voy enfrentar al narcotráfico y acabar con las maras y el impuesto de guerra, contrario a otros que dicen que tienen pactos con ellos, yo no le voy a dar tregua a las maras.
Critican su gasto en campaña, ¿de dónde proviene?
Aportaciones familiares, amigos, empresa privada. Con mucho gusto le puedo mostrar mis gastos de campaña. Hemos optimizado los recursos, cada lempira lo invertimos en la campaña, aquí nadie se queda con la mitad para el comandante, no pido dinero para meterlo en mi cuenta, ni va encontrar dinero del narcotráfico ni del gobierno.
¿Va a reanudar la extradicción?
Será mi primer acto de gobierno.
¿China o Taiwán?
Mi gobierno va alinear sus posturas a las democracias sanas de la región, menos con con Venezuela ni Nicaragua, así que vamos a poner en una balanza a China y Taiwán, lo que pese más, vamos apoyar, hoy por hoy, mi opinión es que ganamos con Taiwán.
A pocos días de las elecciones, ¿cuál es su mensaje a los liberales ?
Este año se acaba la llanura para el Partido Liberal, después de casi 20 años, volveremos a celebrar, pero tenemos que trabajar para que esta oportunidad no se nos escape, el Partido Liberal es el seguro de vida de la democracia, cuando los liberales gobiernan, al país le va bien.
ÉL ES…
Jorge Luis Cálix Espinal nació en Tegucigalpa el 28 de abril de 1985, pero creció en Olancho. Es abogado con estudios de postgrado, diputado del Congreso Nacional desde el 2013 y precandidato presidencial de una corriente del Partido Liberal.