Ivonne Tabora
Aunque las elecciones internas en el país están a la vuelta de la esquina, hay una pregunta aún sin responder, y es de dónde proviene la millonaria cantidad de dinero que se utiliza en las campañas políticas.
En este caso, cuando decimos millonaria, es literal, porque el tope anda para la propaganda presidencial por los 500 millones de lempiras, y para los diputados será en base a su departamento, y ronda entre los 3.5 millones a 4.5 millones de lempiras, cifras exorbitantes, si nos ponemos a pensar que Honduras es un país de escasos recursos económicos, con una salario mínimo que está en 15,395 mil lempiras aproximadamente, por lo que creo, que es válido preguntarse de dónde sale tanto dinero para estas campañas?.
Aunque desde hace muchos años viene funcionando estas asignaciones que manejan los candidatos que aspiran a cargos de elección popular, y claro, este proceso electoral no será la excepción, lo preocupante es que a estas alturas la fiscalización de estos dineros, es casi nula.
La Ley de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización a Partidos Políticos y candidatos, en su artículo 11, manda que todos los precandidatos están obligados a rendir cuentas y para ello deben abrir una cuenta bancaria diferenciada, pero solamente un 21 por ciento de los precandidatos han acreditado estas cuentas bancarias.
Pero sería interesante saber cuántas penalizaciones o sanciones se han registrado en el pasado y cuantas se llevarán a cabo este año, para los que incumplan, porque si no hay penalizaciones, ¿de qué sirve la existencia de estas entidades? ¿están acaso de adorno?
Se escucha hablar mucho del tema de transparencia, rendición de cuentas y bla bla… pero los hechos nos muestran que esos famosos informes que deben presentar los candidatos muchas veces no llegan, y tampoco se aplican las sanciones correspondientes.
Por otra parte, No cabe en mi cabeza y pienso que tampoco en la de muchos, que una nación endeudada hasta el cuello, con un saldo de deuda pública que se asemeja al 47.9% respecto al producto interno bruto, (PIB) y que cada año aumenta significativamente, y equivale asimismo a un aumento en el gasto desproporcionado, sobre todo en la planilla estatal, viáticos, gastos administrativos, etc., pueda tener campañas electorales en las que se maneje tanto dinero, a manos llenas, sin control.
Para este nuevo año, 2025, se espera continuemos adquiriendo nuevas deudas, y todo viene a pegar en los sectores más vulnerables, como ser la salud y la educación y no se requiere ser un economista para comprender que si tenemos un desbalance en el gasto público y el Estado llega a sus límites, tendrá que recurrir a más endeudamiento.
Por otra parte, está el tema de los tentáculos del narcotráfico, tratando de infiltrarse en los fondos en las campañas políticas, esto nos alarma, porque con esta falta de transparencia, todo es más fácil… y es que hay razones para preocuparse, porque los grupos criminales tienen un largo trayecto de injerencia en la política del país, y en Honduras pareciera que nadie quiere o busca erradicar este gravísimo problema.
Algunas organizaciones de la sociedad civil se han pronunciado sobre el tema y han advertido que la falta de transparencia en los fondos pone en peligro la integridad del proceso electoral del 2025, por ejemplo, la Federación de Organizaciones No gubernamentales para el Desarrollo de Honduras FOPRIDEH, ha señalado que no se puede decir exactamente quién financia las campañas electorales de los candidatos a elecciones primarias.
Todos sabemos que las elecciones de este año, son estratégicas porque marcarán el futuro del país y el rumbo que tomará la democracia, especialmente por el famoso socialismo que se quiere instalar en el país.
La transparencia y rendición de cuentas en este proceso electoral es vital, pero todo indica que el proceso está siendo amenazado, según el website de InSight Crime la encuesta del Latinobarómetro de 2024, en América Latina, muestra que los hondureños tenemos los niveles más bajos de confianza en el proceso electoral y en sus partidos políticos.
A esta fecha todavía muchas organizaciones de veeduría en el proceso de elecciones primarias que no se han podido ni registrar, por lentitud en los procesos, eso también es de suma preocupación porque es indispensable la veeduría y la participación ciudadana.
Nos queda estar atentos y exigir observadores nacionales e internacionales, porque ellos serán veedores del proceso, al final es el futuro de nuestra Honduras que está en juego.
*Licenciada en Periodismo
@IvonneTabora
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