Los transportistas de carga pesada suspendieron hoy miércoles sus acciones de protesta con paralización de actividades en Puerto Cortés, que se originaron por prolongados tiempos de espera para la revisión de contenedores, lo que generaba demoras significativas en la operatividad del puerto.
El director de Aduanas, Fausto Cálix, confirmó que se llegó a un acuerdo entre motoristas y la Operadora Portuaria Centroamericana (OPC).
“Con satisfacción anunciamos que después que Aduanas Honduras fungiera como mediador y convocara al diálogo entre motoristas y la Operadora Portuaria Centroamericana se han llegado a acuerdos correspondientes y con plazos de cumplimiento a los que les daremos seguimiento” señaló Cálix.
En ese sentido, se levanta el paro de motoristas del transporte de carga y se normalizan las operaciones de comercio en Puerto Cortés.
El presidente del Sindicato de Operadores del Transporte de Carga Pesada, Juan Fiallos, cuestionó que “antes el ingreso a la portuaria era de una hora o 40 minutos; pero últimamente se estaban demorando un día o más. Es demasiado tiempo. No sabemos si hay poco personal o si han cambiado los protocolos, pero la situación es insostenible”, señaló Fiallos.
Afortunadamente, los transportistas sostuvieron la reunión con las autoridades para definir la búsqueda de soluciones a estos problemas.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Karim Qubain, denunció que la falta de inversiones en ampliaciones de Puerto Cortés está generando serios problemas y retrasos en la recepción y despacho de contenedores, afectando la competitividad del país.
“Normalmente, el proceso tardaba tres días, pero ahora se extiende hasta un mes. Esto es grave, estamos perdiendo competitividad como país y como puerto”, advirtió Qubain.
“Debido a esta situación, muchos importadores y exportadores han optado por utilizar otros puertos de la región, a pesar de que Puerto Cortés ha sido históricamente el más eficiente. Por errores de coordinación, estamos perdiendo competitividad”, lamentó.
Además de las millonarias pérdidas económicas, los exportadores se enfrentaban a multas por incumplimiento de contratos, como es el caso del sector cafetalero, que no puede cumplir con las fechas de entrega establecidas, refirió.