El Instituto de Conservación Forestal (ICF) sigue realizando acciones a nivel nacional para combatir todo tipo de actividad calificada como delitos ambientales que van en detrimento de los recursos naturales y los ecosistemas.
Los operativos se realizan en conjunto con el Segundo Batallón de Protección Ambiental, la Policía Nacional, el Ministerio Público, la Procuraduría General de la República, en el marco de la Fuerza de Tarea Interinstitucional Ambiental (FTIA).
A través de esos operativos se ha logrado detectar campamentos dedicados a la tala ilegal y se han decomisado miles de metros tablares de madera de color en distintos puntos de Honduras.
De igual forma, se ha logrado desmantelar grupos humanos dedicados a la minería ilegal y a otras actividades que dañan el medio ambiente.

Para el caso, recientemente en atención a una denuncia sobre deforestación e incendios dentro de la microcuenca El Sastre, en Sonaguera, Colón, se realizó una inspección en el área.
En ese lugar se logró identificar evidencia de actividades humanas, incluyendo el cercado de una zona dentro del área protegida.
Para constatar los daños se voló un dron en el lugar, confirmando múltiples áreas afectadas y la presencia de asentamientos humanos. Se hizo la geo-referenciación de más de 40 hectáreas impactadas, según el reporte.
Además, se recopiló información clave para dar inicio al proceso correspondiente para el tratamiento de rescate en la zona.

Por otra parte, en la zona de La Lagarta, en El Porvenir, Atlántida, se realizó otra inspección con el fin de recabar información sobre varios delitos ambientales.
“Estas acciones buscan recabar información que fortalezca el proceso judicial por daños ambientales contra el Refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado”, explicó un comunicado del ICF.
De igual forma, la entidad realizó acciones clave en procesos de judicialización de delitos ambientales, con el apoyo del Ministerio Público.

Protección de recursos
Los procesos buscan deducir responsabilidad por actividades como cultivos no autorizados, rellenos no autorizados con material pétreo, daños a las vías férreas e histórico cultural del refugio.
También, una posible contaminación al agua por agentes agroquímicos.
El ICF manifestó en el comunicado que con ese tipo de operativos se busca proteger los humedales y las áreas protegidas de Honduras.
Una acción similar se realizó en el municipio de San Esteban, en el departamento de Olancho, donde se realizó una inspección en la aldea Agua Blanca.

El operativo se realizó, específicamente, en el caserío La Flores, en la microcuenca Las Flores, en conjunto con el Primer Batallón de Protección Ambiental.
También participó el XVI Batallón de Infantería, la junta administradora de agua, el patronato y actores locales, en respuesta a una denuncia por daños en esa área en proceso de declaratoria.
Durante la inspección se descubrieron seis hectáreas afectadas por descombro y fumigación con herbicida y siembra de zacate y maíz en la parte media de la microcuenca.

En el operativo se decomisaron tres bombas de fumigación, dos motosierras, dos bidones con siete galones de gasolina y dos bidones con herbicida.
“Desde el ICF seguimos protegiendo nuestras fuentes de agua y fortaleciendo el trabajo con las comunidades para garantizar su conservación”, enfatizó el comunicado.
“Se continuará con las acciones necesarias para atender esta situación y proteger los recursos naturales a nivel nacional”, puntualiza el documento.