Mario E. Fumero
Existe una coincidencia que deja mucho que pensar. Recientemente un grupo de artistas de Hollywood se reunió en un determinado lugar de esa zona para celebrar a los más populares actores hacia la perspectiva de los futuros Premios Óscar. Una de las presentadoras dijo que Dios está fuera del equipo, porque no tienen ninguna mención, en otras palabras “Dios no cuenta para nada”, y lo hizo de forma burlesca. Varios días después se desencadenó un terrible fuego en la zona más importante de Hollywood, en donde vivían los más famosos artistas y productores, desencadenando un caos de incendios convirtiendo toda esa en un verdadero infierno que lo destruyó todo a su paso con fuertes vientos que alimentaron las llamas.
Tristemente existen dos estados gobernados por los demócratas que son los más corruptos moralmente en esta nación norteamericana. Uno es New York, y el otro, el peor de todos, es California. En el estado de California hay dos ciudades con una terrible depravación y corrupción. Una de esas ciudades es San Francisco, sede de la homosexualidad en Estados Unidos, y la otra ciudad es Los Ángeles, donde está Hollywood siendo esta la sede de la depravación y la pedofilia en Estados Unidos, la cual ha sido denunciada por varios actores, entre ellos Mel Gibson, que fue uno de los pocos actores de Hollywood que sensibilizó a la opinión pública sobre el Tráfico de niños y la Pedofilia que domina Hollywood, apoyando de forma magistral la película “Sound of Freedom” que denunciaba el abuso infantil y la promoción de la pederastia, la cual está a la orden del día en California.
Sobre este acontecimiento se han tejido una serie de hipótesis, afirmándose que el infierno visitó Hollywood, y destruyó la zona privilegiada de los artistas como parte de un juicio de Dios, por haberlo excluido de todo, y convertir la inmoralidad en una norma de conducta social. Existe mucha coincidencia en el hecho de que, con la burla hacia Dios, un incendio con vientos fuertísimos haya soplado en esa zona, y algunos piensan que fue el desencadenamiento de la ira de Dios sobre los hijos de iniquidad.
En la Biblia se relata la historia de Sodoma y Gomorra, algo semejante a lo que está pasando en California y Nueva York. Cierta vez el predicador David Wilkerson afirmó que, si Dios no perdonó a Sodoma y Gomorra, como sería su juicio con una sociedad tan depravada, refiriéndose a la condición inmoral de la ciudad de Nueva York. Esto lo dijo hace muchos años. Sin embargo, hoy se hace patente la decadencia moral de algunas ciudades en donde la calamidad les azota apareciendo como el juicio divino por tanta maldad.
Quizás el hecho de que los grandes artistas hayan desalojado a Dios, y se burlen, cínicamente de Él puede haber originado la ira del Creador en esa zona en donde se desató el infierno. Esto es una simple teoría, pero según la Palabra de Dios puede haber sido una realidad, porque todo lo que uno siembra, eso es lo que recoge, y Dios no puede ser burlado.
No puedo afirmar que lo acontecido en California sea el juicio de Dios, pero sí puedo ratificar que el Señor tiene el poder para juzgar y acentuar su soberanía sobre su creación, y a lo largo de la historia, todo aquellos que se ha burlado de Dios, tarde o temprano sufrieron las consecuencias del juicio divino porque dice la Palabra que “Horrenda cosa es caer en las manos de un Dios vivo” (Hebreos 10:31).
Lo triste de esta situación es que muchos inocentes pagaron las consecuencias de aquellos que actuaron impúdicamente. Yo espero que en el futuro tengamos mucho cuidado en no seguir desalojando a Dios de la sociedad y de nuestras vidas, porque tal desalojo trae graves consecuencias.