El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) abogó por que se respeten los derechos humanos y se le dé un trato digno a las personas migrantes deportadas o retornadas a Honduras.
Así lo detalló la coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del CONADEH, Elsy Reyes, quien además destacó la importancia de respetar los derechos humanos y que los procesos de retorno para los migrantes hondureños sean dignos.
Es lamentable ver personas migrantes retornadas con cadenas y en condiciones que no son dignas para ellos, expresó.
Al mismo tiempo, dijo que la migración no se contrarrestará si no se atienden eficazmente las causas estructurales que lo alimentan, “hay que abordar esas causas que generan la migración, si no se abordan la migración de personas va a continuar”.
Calificó de “positivo” que desde el Estado se presente un plan que tome en cuenta a diferentes poblaciones , sin embargo, considera que el mismo debe enmarcarse dentro de las políticas y leyes que ya se tienen en el país.
Recordó que, en el 2024, la Cancillería hondureña junto con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanzaron un Plan Nacional de Reintegración que es bastante completo.
Expresó que si no se tienen políticas públicas será difícil que un programa tenga continuidad a largo plazo.
El país cuenta con leyes específicas y mencionó, para el caso, la Ley de Protección al
Hondureño Migrante cuyo ámbito de aplicación es para las personas retornadas y la Ley para la Prevención, Atención y Protección de las Personas Desplazadas Internamente.
Al respecto indicó que muchas personas retornadas necesitan de protección ya que salieron huyendo del país por una situación de violencia y esa Ley para Personas Desplazadas contempla un tema de asistencia y un abordaje integral para esas personas.
Medidas ya están surtiendo sus efectos
Reyes expresó su preocupación luego del anuncio de la cancelación del Estatus de Protección
Temporal (TPS) para ciudadanos de nacionalidad venezolana, “situación que esperemos que no pase con Honduras, pero es un escenario que se puede dar”.
Recordó que son alrededor de 50,000 hondureños que están en los Estados Unidos amparados con el TPS y preocupa mucho porque son personas que llevan muchos años viviendo en ese país, más de 20 años, tienen hijos, se podría dar una desintegración familiar y un daño psicológico ante una posible separación. (XM)