«Fue una situación complicada, recibí varios insultos el día de Getafe, no sabía qué decir», recordó.
Pese a ello, el defensa aseguró que «porque tres o cuatro personas te insulten tampoco hay que generalizar a todo el fútbol español en sí», en rueda de prensa previa al último choque de Liga de Campeones ante el Atalanta.
«Cuando recibes insultos, señalar a los que son y que la ley actúe por al final soy un chico que estos insultos a mí personalmente no me afectan, lo dije porque ya había pasado en varias ocasiones y toca un momento para decirlo», añadió.
El defensa aseguró que no le molesta que le llamen «negro» y que está «orgulloso de serlo», pero sí le sorprendió el episodio en el Coliseum porque «el capitán del Getafe es negro».
El internacional español, de 21 años, denunció públicamente los insultos tras el partido, diciendo en una publicación de Instagram que era necesario «seguir luchando para que estos actos desaparezcan» y que era «una vergüenza que este tipo de cosas sigan sucediendo» en 2025.
En ese momento, recibió el apoyo inmediato de su club, de su entrenador y de varios de sus compañeros de equipo.
En noviembre, tres aficionados del Real Madrid fueron detenidos tras proferir insultos racistas contra Balde y el joven catalán Lamine Yamal durante el Clásico en el Santiago Bernabéu (4-0).
Pese a los esfuerzos de las autoridades, el fútbol español continúa sin erradicar el racismo en sus estadios y los incidentes de este tipo son frecuentes.