Honduras atraviesa una grave crisis laboral tras la reciente pérdida de más de tres mil empleos, lo que intensifica el desempleo y expone una alarmante precarización en el panorama económico nacional, expresó ayer el dirigente obrero, José Luis Baquedano.
Mientras el país enfrenta estas dificultades, la atención política parece centrada en intereses particulares, alejándose de las necesidades reales de la población, «es una situación que debe llamarnos a la reflexión a todos los hondureños. Los políticos solo ven sus propios intereses, no están pensando en el país ni en el futuro de las próximas generaciones», afirmó un analista consultado, quien cuestionó el enfoque de las autoridades en perpetuar conflictos de poder en lugar de abordar los desafíos económicos.
El impacto del cierre de maquilas y empresas no solo deja a miles de trabajadores desempleados, sino que limita significativamente sus oportunidades laborales, dijo. «Cuando se pierde un empleo formal, la mayoría de las personas no logran reincorporarse al mercado formal; las opciones se reducen a migrar o integrarse al sector informal», subrayó.
Actualmente, el sector informal emplea al 75% de la población económicamente activa en Honduras, según datos recientes. Este segmento, aunque masivo, enfrenta múltiples desafíos, como la explotación diaria por prestamistas que cobran intereses exorbitantes, y la falta de estabilidad laboral. El sector formal, en cambio, representa apenas el 25% de la economía, reflejando una desigualdad estructural que se traduce en más pobreza y migración.
La falta de inversión en el país es otro factor crítico. Las cifras indican una reducción de entre el 20% y el 25% en las inversiones, limitando la capacidad de generar empleo formal. «De cada 10 empleos que se crean, siete son en el sector informal y apenas tres en el formal. Esto agrava la pobreza y acelera la migración hacia otros países», advirtió el experto.
La situación laboral ha llevado a sectores productivos a proponer soluciones urgentes, como la mesa anticrisis planteada por el dirigente sindical Daniel Durón, que busca reunir a trabajadores, empresarios y gobierno para analizar estrategias que fomenten el empleo, la productividad y la inversión. Sin embargo, estas iniciativas no han tenido eco en las esferas de poder, lamentó.
El desempleo crónico en Honduras ha dejado a miles de ciudadanos en la desesperanza. «Hay hondureños que llevan meses, incluso años, sin encontrar empleo. Muchos ya ni siquiera buscan porque han agotado todas las opciones», expresó.
Además, la politización del sector público añade otro obstáculo, con despidos recurrentes cada vez que cambia el partido gobernante, asimismo, señaló la falta de acción y coordinación entre los sectores clave del país está costando oportunidades y vidas.
Precisó que Honduras necesita de manera urgente un compromiso efectivo para incentivar la inversión, proteger los empleos existentes y crear nuevas oportunidades para su población. Sin estos esfuerzos, el futuro del país seguirá siendo incierto, agravando una crisis que ya afecta a millones de hondureños.