Mario E. Fumero
El gobierno de la República ha iniciado una campaña para controlar los precios de la canasta básica que consume la mayoría del pueblo hondureño, y poner restricciones la subida de los mismos, ignorando que toda producción de alimentos necesita de unos insumos colaterales, que tristemente no son controlados, y ellos son los causantes de que muchos precios de la canasta básica se disparen, porque requieren de otros insumos para su producción, los cuales proceden del extranjero y cuyos precios no son controlados.
Pongamos un ejemplo para comprender mejor este problema. Se trata de frenar el costo de los huevos para el consumidor, pero el vendedor se ve expuesto a los precios del productor. Los productores de huevo tienen un costo en su trabajo de ciertos insumos colaterales, como es el concentrado para la alimentación de las gallinas, y la necesidad de mantenerlos a una temperatura determinada, lo cual requiere el uso de energía eléctrica. Además, se necesita prevenir ciertas enfermedades con medicamentos, más el pago de salario a los que trabajan en las granjas.
Es bueno saber que el concentrado para alimentar a las gallinas ponedoras ha subido aproximadamente, en los últimos dos años, un 40%, lo cual encarece el producto final que es el huevo. Si yo tengo una granja avícola y al producir huevos voy a tener pérdidas, lo más lógico es que dejé de producirlo, a menos que le incluya al vendedor final el costo colateral que el gobierno no ha podido frenar, y los cuales son culpables del encarecimiento final de la canasta básica.
Tanto el concentrado para animales, como el abono para la producción agrícola han experimentado grandes aumentos, y esto se refleja en el precio del producto final. Si el Estado trata de frenar solamente el precio del producto final, y no controla los insumos que generan su producción, producirá un desabastecimiento que llevará a la escasez, creando la especulación, que agravará la situación de hambruna, y aumentará la inflación de la canasta básica.
Por lo tanto, es recomendable, cuando se habla de control de precios de la canasta básica, que no solamente sancionen al productor, sino a los insumos colaterales, que el productor necesita adquirir para poder elaborar el producto final. Es lógico que, si suben los salarios, si sube el concentrado, si sube la energía y si sube el transporte, esto va a repercutir en el producto que se elabore.
Si no controlamos los insumos, el concentrado, los abonos y lo demás recursos que se necesitan para la producción, será imposible frenar el aumento de los precios en los alimentos, porque todo es un solo paquete, en donde no se puede sancionar una parte, sin considerar la otra, y cuando me refiero a la otra, estoy señalando los tres recursos colaterales que se requiere para tener el producto final.
Y volviendo a la crisis de la canasta básica, como es el frijol, el maíz, el pollo, el huevo etcétera. Es bueno entender que la escasez, más los costos colaterales de los productos que se requiere para la elaboración final, repercute indudablemente en los precios. Recientemente regresé de los Estados Unidos y descubrí una gran diferencia entre el precio del huevo en EE. UU. con Honduras. En el supermercado norteamericano 12 huevos están costando entre 5 a 6 dólares, mientras que, en Honduras, con este mismo valor podemos comprar un cartón con 30 huevos. Esto refleja la crisis existente en el mercado nacional, porque indudablemente, el aumento de los precios obedece a tres razones fundamentales; una es porque suben los insumos colaterales, otra es porque existe especulación o la tercera razón es por la baja producción. ¿Cuál será nuestra realidad?