En la antesala del comienzo de la Supercopa de España, el fútbol español se quedó sorprendido tras la cautelar del CSD al Barcelona para la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor, cuyas licencias caducaron el pasado 31 de diciembre a no disponer su actual club del ‘Fair Play Financiero’ correspondiente.
Sin embargo, la entidad ‘culé’ pudo entrar en esa famosa norma del 1:1 justo antes de que acabase el año, aunque ese dinero no llegó a tiempo. Algo en lo que el club azulgrana se apoyó para, tras la negativa de LaLiga y la RFEF, obtener el permiso provisional por motivos de fuerza mayor.
No obstante, esto no sentó nada bien a los distintos equipos. El primero de ellos fue Las Palmas, a quien acompaño el Atlético de Madrid unas horas después. El conjunto rojiblanco mostró su total desacuerdo con dicha decisión, considerando que «pone en peligro el actual sistema, cuestionando las reglas del juego». Además, considera que se crea «un precedente muy peligroso, ya que abre las puertas a saltarse las normas e incurrir en los graves errores del pasado».
Este es el comunicado al completo:
«El Club Atlético de Madrid quiere mostrar su profunda preocupación por la situación generada en el fútbol español tras la resolución adoptada este miércoles por el Consejo Superior de Deportes. Consideramos que esta decisión pone en peligro el actual sistema, cuestionando las reglas del juego.
La propia Ley del Deporte recoge y protege el control económico de LaLiga y, sin embargo, con esta resolución se pone en riesgo. El control económico de LaLiga ha sido la principal herramienta que ha conseguido convertir nuestro fútbol en un sector solvente, un proceso admirado internacionalmente.
Nuestro club, al igual que todos los miembros de LaLiga hasta esta resolución, hemos venido cumpliendo las normas del control económico y vamos a seguir respetándolas. De hecho, para poder competir al nivel que lo estamos haciendo en los últimos años, hemos decidido llevar a cabo distintas ampliaciones de capital, pese al esfuerzo enorme que ello supone.
Esta intervención gubernamental crea un precedente muy peligroso, ya que abre las puertas a saltarse las normas e incurrir en los graves errores del pasado. El Atlético de Madrid mantiene su compromiso con el rigor y la gestión responsable. Sin unas normas claras e iguales para todos, no hay competición justa posible». (Besoccer)