“ANOCHE –mensaje de una lectora amiga– comencé a leer Kairós”. “¡Me encantó! No solo por las valiosas lecciones de vida y enseñanzas que comparte con sus lectores, seguidores y admiradores, sino también por algo que me conmueve profundamente: el amor a su familia que refleja en cada uno de sus escritos”. “Me emocionó especialmente la forma en que le escribe a Sofi”. “Recordé a esa niña que tuve la suerte de conocer, tan vivaz, alegre, picaresca y con una inteligencia aguda, siempre con ideas que superaban su edad”. “Ahora entiendo por qué es así”. “Gracias por compartir estos editoriales que, más que una enseñanza, son una forma de transmitir valores, amistad y el amor familiar, algo que se está perdiendo debido a la tecnología”. “Siga con esta misión que seguramente trascenderá generaciones”. “Hermoso editorial –mensaje de un buen amigo empresario– que muestra la historia de los tres Reyes Magos desde una perspectiva auténtica”. Otro amigo empresario de SPS: “Profundo el sentido del relato, experiencia y dimensión de los tres Reyes Magos; muy aplicable a nuestras vidas”. “Ojalá seamos capaces de reconocer esa estrella sobre Belén”.
A raíz del editorial de los Reyes Magos, varios lectores del colectivo indagaron sobre los antecedentes para establecer el 6 de enero como fecha de la celebración. “Ese día, la llegada de los “sabios” al pesebre, conocida como Epifanía, si bien no tiene una base histórica documentada –según la IA– se estableció por razones teológicas, simbólicas y culturales en los primeros siglos del cristianismo”. La palabra “Epifanía” proviene del griego “epiphaneia”, que significa “manifestación” o “aparición”. “En el cristianismo, hace referencia a la manifestación de Jesús como el Mesías y la revelación de su divinidad a las naciones gentiles, representadas por los Reyes Magos”. “La celebración del 6 de enero es una de las fiestas cristianas más antiguas, y originalmente incluía varios eventos de la vida de Jesús: su nacimiento, la adoración de los Magos, su bautismo y el milagro en las bodas de Caná”. “Con el tiempo, se centró en la adoración de los Reyes Magos”. “En el mundo grecorromano, el 6 de enero coincidía con festividades relacionadas con el solsticio de invierno y la renovación”. “Estas celebraciones eran populares en Egipto y otras regiones del Mediterráneo, y la Iglesia utilizó esta fecha para cristianizar estas festividades”. “Asociar la Epifanía al 6 de enero ayudó a integrar a los conversos al cristianismo, dando un nuevo significado a las fechas festivas preexistentes”. “La Epifanía se celebra 12 días después de la Navidad (25 de diciembre), lo que simboliza el período –no un cálculo histórico sino una interpretación simbólica– en que los Reyes Magos, guiados por la estrella de Belén, habrían llegado a adorar a Jesús”.
(Otro dato interesante –cita el Sisimite de la IA– es que “en las iglesias orientales, especialmente en la tradición ortodoxa, el 6 de enero era originalmente la fecha en la que se celebraba el nacimiento de Jesús, antes de que el 25 de diciembre fuera adoptado como tal en Occidente”. -Los evangelios –agrega Winston– no especifican cuánto tiempo tardaron en llegar guiados por la estrella de Belén. (Mateo 2:1-12) relata la visita de los “hombres sabios” o “magos” (en griego, magoi), una palabra que se usaba para referirse a astrónomos, sacerdotes o eruditos del Medio Oriente, pero no menciona fechas exactas ni la duración de su viaje. Y si de interpretaciones se trata –vuelve el Sisimite–“algunos teólogos interpretan que Jesús no era un recién nacido cuando llegaron a visitarlo, sino que tenía entre unos meses y dos años”. “Lo anterior es deducción del mandato de Herodes de matar a todos los niños menores de dos años (Mateo 2:16), lo que sugiere que Jesús ya no estaba en el pesebre, sino en una casa”. -Bueno –suspira Winston– pero la Epifanía no busca tanto reflejar una cronología histórica sino resaltar el significado espiritual del evento, la manifestación de Jesús a las naciones gentiles, además de reforzar el mensaje universal del cristianismo, que Jesús vino para toda la humanidad).