“Todos los que van a votar que doblen rodillas ante el Señor Jesús, que pidan discernimiento, para que el Señor les ilumine quién es la persona que realmente va a traer beneficios, el bien común para todos”, indicó ayer el párroco de la iglesia La Guadalupe, Pablo Hernández, en el contexto de expectativas para este 2025, que coincide con un año político.
“El pueblo hondureño necesita discernimiento y sabiduría para saber elegir, no promesas, no buenos discursos, no discursos encontrados ni dobles discursos, la persona necesita acercarse a Dios para que la ilumine”, manifestó.
Hernández también llamó a la conversión y acercamiento a Dios. “El Dios de la vida quiere que vivamos, que nos acerquemos a Él de todo corazón que le abramos de par en par nuestro corazón y que restaure todo aquello que no le agrade”.
“El Señor no quiere que seamos lo mismo, ni que hagamos lo mismo, tenemos que emprender un proceso de conversión, el Señor quiere que nos convirtamos”.
“Queremos que haya mucha gente en el mundo, que se puedan acercar más a Dios, las que han estado alejadas que se acerquen y que emprendan un nuevo camino en su vida y que sea a la felicidad”, exhortó.
Pablo Hernández remarcó que “la paz es fruto de la justicia y si hay justicia, hay paz, por lo tanto, la paz tiene que reinar en el corazón de las personas, porque el mismo Jesús nos las dio cuando dijo la paz les dejo, la paz les doy, y no es una paz de ausencia de ruido, es una paz interior que nos hace ser felices, acercarnos, relacionarnos mejor uno con otro”.
Acerca de lo que actualmente se difunde en los medios de comunicación “los medios de comunicación difunden de todos los temas, creo que, si una persona no está preparada para escuchar o para digerir lo que dicen los medios de comunicación, mejor no los escuchen, hay cosas buenas, no lo podemos negar, pero también hay cosas nocivas que hacen cambiar la mentalidad de las personas”.
“La violencia viene por ausencia de paz, nosotros trabajamos por la civilización del amor y derrotamos la cultura de la muerte, entonces la violencia va ir cediendo poco a poco, pero todo dependerá del grado de acercamiento que tengamos con Dios”, agregó.
“Hay que acercarse e iluminarse por Dios, dejar el orgullo, la soberbia, la autosuficiencia, ser humilde y decirle a Dios qué es lo que Él quiere que haga, las expectativas son las que propone el papa Francisco de fomentar la esperanza en cada uno de nosotros en el mundo, fomentar la paz, y practicar la caridad unos con otros”, concluyó. (XM)