La Ceiba, Atlántida. En la colonia El Sauce, una vivienda se ha transformado en el epicentro de la Navidad durante los últimos 17 años.
Adornada con más de 50,000 luces multicolores y 30 figuras navideñas, la casa de Luis Cedillo se ha convertido en un verdadero espectáculo lumínico que atrae a cientos de visitantes cada noche.
La tradición comenzó en el 2007 y desde entonces, la familia Cedillo ha dedicado innumerables horas a decorar su hogar para compartir la alegría navideña con su comunidad.
Cada año, incorporan nuevos elementos y detalles a su decoración, creando una experiencia visual cada vez más impresionante.
«Nos llena de satisfacción ver la alegría de las personas al visitar nuestra casa», expresó Luis Cedillo. La preparación de esta exhibición navideña es un esfuerzo familiar que comienza a mediados de noviembre y se extiende por varias semanas.
La familia trabaja en equipo para instalar las luces, protegerlas de las inclemencias del tiempo y asegurarse de que todo esté perfecto para la noche de encendido.
La casa de los Cedillo se convierte en un punto de encuentro para vecinos, amigos y visitantes de diferentes partes del país.
Desde las 5:00 de la tarde, las luces se encienden y la casa se llena de vida. Familias enteras llegan para admirar la decoración, tomarse fotografías y disfrutar del ambiente festivo.
A pesar del alto consumo energético, la familia Cedillo no escatima esfuerzos para mantener viva esta tradición.
«El recibo de la luz siempre es más alto en esta época, pero vale la pena cada centavo», asegura Cedillo.
La inversión inicial en luces y decoraciones es considerable, pero la satisfacción de ver la felicidad de los demás compensa cualquier gasto.
Para el próximo año, la familia Cedillo ya tiene nuevas ideas en mente y promete una decoración aún más espectacular. «Siempre buscamos innovar y sorprender a nuestros visitantes», afirmó Cedillo.
La casa de los Cedillo se ha convertido en un símbolo de la Navidad en La Ceiba, demostrando que la unión familiar y la creatividad pueden transformar una vivienda en un lugar mágico que llena de alegría a toda una comunidad.