La Conferencia Episcopal de Honduras dio a conocer su mensaje de navidad, en el que hace un llamado a abandonar la búsqueda egoísta del bienestar personal y mostrar y mostrar un verdadero amor a la patria, lo anterior dado que en el país se avecina un año electoral.
COMUNICADO
Por la gracia de Dios, nos acercamos a la gran celebración del nacimiento de Cristo Jesús, el Redentor, el Dios con nosotros. Por eso, se alegran nuestros corazones, porque desde hace 500 años, la llegada del 25 de diciembre es particularmente entrañable para los habitantes de esta tierra en el corazón de Centroamérica.
Gracias a los misioneros de ayer y hoy, el pueblo hondureño ha sabido comprender que celebrar el nacimiento de Jesús entre nosotros, es reconocer el inmenso amor que Dios nos tiene al hacerse uno de nosotros (Cf. Fil. 2, 7) en la persona de su Hijo, para tener su vida en nuestras propias vidas y en la vida de nuestras comunidades.
El esmero con que incontables personas a lo largo y ancho de nuestro territorio emplean muchas horas de trabajo para elaborar los nacimientos, organizar las posadas y las reuniones familiares, son sólo una muestra más del significado profundo de la celebración de la Navidad en Honduras.
Cierto es que las realidades duras en que vive la mayoría de los hondureños chocan frontalmente con el espíritu navideño en estos días, y no podemos obviar que en muchos casos no será fácil conciliar la alegría del nacimiento de Jesús con el mundo real que nos toca vivir.
Es justamente aquí cuando podemos redescubrir que quien nace en Belén pobre y humilde, es la razón última de nuestra esperanza en un mundo mejor.
Al contemplar la bella imagen de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, podemos sencillamente darnos cuenta de la enorme tarea que tenemos delante para consolidar nuestras propias familias, porque todo niño o niña que viene a este mundo, desde el momento de la concepción, debe ser acompañado y educado por sus padres hasta llegar a la edad adulta.
A este respecto, sabemos que las situaciones de extrema pobreza propician las migraciones y, con ellas, la ruptura del núcleo familiar, razón por la cual debemos trabajar desde las raíces de esas situaciones de injusticia social, que atentan en primer lugar contra la unidad de las familias.
Al acercarse un año electoral, debemos trabajar unidos para abandonar la búsqueda egoísta del bienestar personal, de grupo, de partido, etc., y mostrar un verdadero amor a la patria, que se traduce en un sincero camino en procura del bien común, es decir, el bien de todos: este es el camino que prepara la llegada del que es el Salvador del mundo.
Deseamos vivamente que la celebración de estas fiestas, no sea solamente el recuerdo de un acontecimiento único en la historia, sino también la actualización de ese mismo Nacimiento en una Honduras tan necesitada del Espíritu de Cristo.
¡Feliz Navidad a Todos y un Año Jubilar 2025 colmado de bendiciones!
CONFERENCIA EPISOCOPAL DE HONDURAS
⛪️✨ La Conferencia Episcopal de Honduras comparte un sentido mensaje de navidad para todo el pueblo de Dios. #SuyapaMedios pic.twitter.com/aITzIfDJX4
— ✨ Suyapa Medios 🙏 (@suyapamedios) December 20, 2024