Dr. Horacio Ulises Barrios Solano
El primer obispo español que vino a Honduras fue Cristóbal de Pedraza quien describió con mucho entusiasmo la belleza y exuberancia del ecosistema de nuestro país evidenciándose en una carta enviada desde Trujillo en 1544 al Rey de España, pero ahora quedaría estupefacto pues, por estas Hibueras, han pasado cualquier cantidad de meteoros dejando a su paso destrucción y muerte. Tal es el caso de Sara, declarada tormenta tropical el 14 de noviembre 2024 y debido su lenta formación en el Caribe durante al menos 2 semanas afectando a Centro América; sin embargo, la tierra de Valle y Morazán la secuela de daños y efectos que produjo en la región puso de manifiesto, en forma muy clara, tanto la vulnerabilidad y falta de respuesta inmediata que tenemos ante los fenómenos naturales extremos como la posibilidad de que éstos afecten a más de un país de la región en forma simultánea.
La magnitud exponencial de los daños causados por Sara debe ser un aldabonazo a la conciencia para las autoridades nacionales a reforzar las entidades que tienen a su cargo la atención de las necesidades humanas más esenciales en situaciones de emergencia en forma expedita adoptando de inmediato medidas de mitigación construyendo bordos y muros de contención con gaviones diseñados para evitar así la erosión del suelo, derrumbamientos y socavones.
Sara dejó 5 muertos y más de 120.000 afectados en Honduras y otros dos fallecidos en Nicaragua, más de 200 viviendas fueron destruidas y unas 3.200 dañadas, 1.794 comunidades quedaron incomunicadas por las crecidas de los ríos, inundaciones, muertes, deslaves, destrucción de puentes, viviendas y cultivos e infraestructura vial. Sin embargo, la pregunta obligada es ¿Por qué? sencilla y llanamente porque la génesis de estos desastres los provoca el calentamiento global, también llamado cambio climático. Este fenómeno climatológico, el cual algunos gobernantes de países del primer mundo no lo creen, a tal grado de ignorar El Acuerdo de París que es un tratado internacional que busca limitar el calentamiento global y adaptarse a los efectos del cambio climático, adoptado en la COP21 de París el 12 de diciembre de 2015. El mismo es jurídicamente vinculante para los países que lo han firmado, pero, lo más grave es la abulia e indolencia de los gobiernos sin excepción que han sido extremadamente laxos convirtiendo en corrupción sin límites y consecuencia de esa laxitud guardan prisión altos funcionarios y ejecutivos de varios países de América Latina como lo destaca In Crime incluyendo Honduras.
Sara me recuerda a Choloma La Mártir (1974) causada por el huracán Fifí categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, sólo por gracia de Dios sobreviví y a pesar de ese desastre, el statu quo sigue siendo el mismo de hace 50 años relacionado con medidas de mitigación aunque sabiendo que el impacto de la contaminación ambiental, producto de la sociedad moderna, se ha manifestado mediante catástrofes naturales (inundaciones, excesivas lluvias, tormentas, ciclones, sequías, huracanes, etc.) cada vez más frecuentes y con mayor intensidad cuyo originado por el cambio climático.
En La República de Platón aparece este dicho: “El verdadero creador es la necesidad, que es la madre de nuestra invención” y no pierde vigencia entonces reinventémonos; cuando estuve en Egipto, visité la presa Asuán (más grande del mundo en aquel tiempo) teniendo grandes beneficios en términos de almacenamiento de agua, producción de energía hidroeléctrica, y control del caudal de los ríos, proporcionando así a Egipto el potencial para un mayor desarrollo agrícola e industrial. Estos africanos siguen haciendo historia porque las inundaciones y desastres conexos que causaba el Nilo desde tiempos inmemoriales, ahora son controladas, una gran fuente de trabajo y las bondades ya enunciadas.
Estoy en autos por los medios de comunicación de que el actual orden de cosas de estas Hibueras pretende emular a los gobiernos instaurados durante el periodo de 1980 a 1985 en la construcción de la Represa El Cajón lo tocante a medidas de mitigación y pronta respuesta para los daños multimillonarios y valiosas pérdidas humanas que han dejado en el territorio hondureño huracanes, tormentas tropicales, ciclones como Sara, Eta, Iota, Mitch etc.
¡Sabia decisión!
A lo largo de la historia el agua ha sido fuente de vida, merecedora de reverencia y respeto afirmación de Francisco de Asís patrono de los amantes de la ecología; pues los fenómenos que hemos enunciado dejan cualquier cantidad de ese precioso líquido por lo que debemos gestionar el agua lluvia bajo el enfoque Singapur que se basa en 3 estrategias claves: maximizar la recolección de agua de lluvia para obtener el máximo rendimiento hídrico, reciclar y reutilizar las aguas residuales para convertirlas en un recurso infinitamente reutilizable, y apostar por la desalación de agua.
PUEBLO Y AUTORIDADES HONDUREÑAS: UNA GOLONDRINA SOLA NO HACE VERANO PERO, SÍ, LO ANUNCIA