Quién está formando a tu hijo?
Por María Magda Larissa González Molina
Licenciada en Ciencias de la Comunicación
ITESM
Una guía para elegir sabiamente
En los últimos años, hemos sido testigos de un crecimiento acelerado de escuelas privadas en las principales ciudades del país. Pero, ¿te has detenido a analizar si estas instituciones realmente están formando o deformando a tus hijos?
Antes de tomar una decisión tan importante como la educación de tus pequeños, hazte esta pregunta clave: ¿Es esta escuela la ideal para mi hijo?
Evalúa antes de matricular
Antes de inscribir a tu hijo en cualquier escuela, reflexiona y analiza aspectos fundamentales:
¿Cumple con los requisitos básicos? ¿Tiene instalaciones adecuadas, maestros capacitados, actividades extracurriculares enriquecedoras y el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación?
¿Cuenta con un entorno seguro y apropiado? ¿Está ubicada en una zona permitida y diseñada específicamente como institución educativa?
La realidad de muchas escuelas «improvisadas»
Lamentablemente, muchas escuelas se instalan en casas de habitación, sin cumplir con los requisitos básicos. Estas instituciones operan bajo el argumento de «tener derecho», pero lo hacen en zonas no permitidas, sin espacios adecuados para el aprendizaje y sin el equipo necesario para una educación integral.
Por ejemplo:
Falta de espacios esenciales: Sin parqueos adecuados para maestros y padres, ni áreas de recreo para los niños. A menudo, los estudiantes están confinados en espacios reducidos, como patios de apenas 8×8 metros, donde juegan apretados, como si estuvieran en una lata de sardinas.
Aulas inadecuadas: Los salones no cumplen con las dimensiones mínimas recomendadas de 1.2 a 1.5 m² por estudiante, limitando su comodidad y aprendizaje.
Docentes sin preparación: Algunas de estas escuelas ni siquiera cuentan con maestros capacitados, como profesores nativos o certificados en idiomas como el inglés.
El impacto en tus hijos
Cuando eliges una escuela sin condiciones mínimas, estás transmitiendo un mensaje implícito: que es aceptable ignorar normas, leyes y principios de convivencia siempre que haya dinero de por medio. ¿Es ese el valor que queremos inculcarles?
Este tipo de educación fomenta una cultura de «todo se vale» que puede tener consecuencias graves en el futuro de nuestros jóvenes. Les enseñamos, sin querer, que no importa respetar a los demás ni las normas, y esto contribuye al aumento de conductas ilícitas y deshonestas.
La educación es el futuro de tu hijo
No sacrifiques su futuro por comodidad o precio. Asegúrate de que la escuela que elijas:
Cumpla con todas las leyes y normativas.
Enseñe valores de respeto y convivencia.
Ofrezca un entorno físico y académico que fomente su crecimiento integral.
¡Di NO a las escuelas de maletín!
No permitas que tu hijo reciba una educación incompleta y sin principios. Busca instituciones reconocidas, con estándares de calidad y respeto por las normas. Educar no es solo enseñar conocimientos, es formar ciudadanos responsables, éticos y con valores.
Invertir en una buena educación hoy es asegurar el futuro de tus hijos mañana.