Costa Rica y Panamá representaron el 62 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED) captada en Centroamérica en el primer semestre del 2024, lo que puede explicarse por factores diversos, como un marco regulatorio sólido, estabilidad política y políticas económicas abiertas.
En contraste, Honduras y El Salvador enfrentaron mayores desafíos, con solo un 11 por ciento de la IED de la región; esto puede deberse a la falta de un entorno favorable y de garantías para los inversores, lo cual limita la llegada de capital extranjero, afectando el empleo, el crecimiento y desarrollo de estas economías.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) presentó hoy un análisis detallado sobre los principales desafíos y oportunidades que enfrenta la región en términos de crecimiento, inversión y gobernanza.
Según la cúpula empresarial, es vital que los gobiernos implementen políticas que atraigan la Inversión Extranjera Directa para maximizar su impacto en la creación de empleo; incentivar a las empresas extranjeras no solo puede generar nuevos puestos de trabajo, sino también facilitar la transferencia de tecnología y capacitación; fortaleciendo así la competitividad local y promoviendo un desarrollo sostenible a largo plazo.
Sobre crecimiento económico, las proyecciones para Centroamérica muestran un repunte moderado, con un promedio del 3.2 por ciento para 2024 y 3.4 por ciento para 2025. En Honduras, se espera un crecimiento del 3.5 por ciento, influido por choques externos y baja productividad.
Mientras, en indicadores de gobernanza, los países de la región enfrentan desafíos persistentes en áreas como calidad regulatoria, estabilidad política y control de la corrupción. Honduras destacó negativamente en control de la corrupción, mientras que Panamá presentó avances moderados, aunque persisten problemas de transparencia.
En cuanto a Estado de Derecho, según el mismo informe, Honduras enfrentó retrocesos en este indicador clave, lo que afecta la atracción de inversiones y el acceso a financiamiento internacional. La región muestra un panorama desigual, con Costa Rica liderando en gobernanza y Nicaragua al final del ranking.
Sobre cambio climático y resiliencia, la vulnerabilidad sigue siendo un desafío importante para Centroamérica, donde se requieren acciones urgentes en adaptación e infraestructura sostenible.