Las cifras de atenciones en el Centro Hondureño del Niño Quemado (CEHNIQ), revelan la alta incidencia de menores quemados por líquidos calientes, electricidad y pólvora, que en este año ya suman 427 emergencias.
Durante el 2024, CEHNIQ, registra 12 niños quemados por pólvora, de los cuales 11 han sido atendidos en el centro, que le ha devuelto la esperanza y la oportunidad de una nueva vida a los pequeños.
El presidente de CEHNIQ, Omar Mejía, indicó que, de estos niños recibidos en el presente año, 12 se han reportado con quemaduras y mutilaciones por pólvora, provenientes de diferentes partes del país.
“Recibimos de todas las partes del país, sobre todo de la zona de occidente de donde se prepara la pirotecnia, esperamos que, para estas fiestas de Navidad y Año Nuevo, disminuyan la cantidad de niños que sufren quemaduras o mutilaciones”.
“Por pólvora, las lesiones son arrancamientos de dedos, incluso de manos, el año pasado murió un niño con un mortero en el pecho. Es muy importante que nos apoyen, que llegue este mensaje a los padres de familia”, señaló.
Al tiempo que advirtió que la unión como hondureños y como familia, es fundamental para evitar que los menores manipulen pólvora provocándoles lesiones que marcan sus vidas y sus cuerpos.
Recalcó que el uso de la pirotecnia por los menores de edad, es totalmente prohibido, ya que ellos desconocen la dimensión de las consecuencias que esto puede ocasionarles.
“En ninguna parte del mundo, se venden partes del cuerpo humano, a nuestro cuerpo no le sobran partes. Hay que evitar estas tragedias, son prevenibles, si ocurren accidentes es diferentes”, advirtió.
Hasta ahora el 72 por ciento de los niños atendidos en el Centro Hondureño del Niño Quemado, han resultado afectados con quemaduras por líquidos calientes, como agua, aceite y otros, siendo la principal causa de quemaduras desde que el hospital abrió sus puertas.
Mientras que el 4 por ciento ha sido afectado por electricidad, el seis por ciento por flama, el cinco por ciento por pólvora y el tres por ciento ha sido afectado por químicos.
El 57 por ciento de los pacientes son recibidos de Francisco Morazán, el 10 por ciento de El Paraíso, el nueve por ciento de Comayagua, mientras que el cinco por ciento llega de Olancho.
Desde Choluteca llega el cuatro por ciento de los pacientes, y desde Santa Bárbara, Copán, Intibucá, Cortés, La Paz, Lempira se recibe el dos por ciento de los pacientitos.
“La mayoría de nuestros pacientes vienen de tierra adentro y de familias de condiciones humildes, actualmente tenemos 16 pequeños. Gracias a Dios, que existe la Fundación Hondureña para el Niño Quemados (Fundaniquem), y que la mortalidad de niños quemados es por pólvora”, manifestó.
Al tiempo que resaltó que esta labor es posible con el apoyo del Gobierno a través de la Secretaría de Salud (Sesal), las Fuerzas Armadas, que hacen los traslados, así como las demás instituciones y todo el recurso humano se esfuerza por hacer lo mejor por los pacientes.
“Estos son niños inocentes, que necesitan amor, cariño, alimentos, atención, protección, si paso la quemadura por un accidente o ignorancia; para nosotros es un rescate a la vida”, destacó Mejía.
DATOS
El reconocido cirujano plástico, Omar Elías Mejía, que por más de 38 años ha realizado una gran labor en el sistema de salud pública del país, se retira tras haber cambiado y salvado la vida de muchos hondureños.
Mejía, un especialista en cirugía plástica, egresado de la facultad de Ciencias Medicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH); en 1987, uno de los grandes hondureños egresados del Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC).
Es un profesional de gran proyección en la sociedad hondureña y que impactó en la población, con mayor repercusión en aquella que ha sufrido quemaduras por accidentes domésticos, de trabajo o de otra índole.
Se jubila en el Hospital María de Especialidades Pediátricas (HMEP), donde devolvió muchas sonrisas, ahora se dedicará a CEHNIQ/Fundaniquem.