Dr. Horacio Ulises Barrios Solano
Hace algunos años en la UNAH fui alumno de conspicuos economistas, razón por la cual no soy lego en la ciencia cuyo padre fue Adam Smith, pero, explicar algunos temas de economía al pueblo, suele generar perplejidad del que escucha o lee como lo es el incremento abrupto de la Tasa de Política Monetaria, aunque el gobierno lo haga en favor del país y, en ese contexto los países a través de su política económica buscan garantizar la estabilidad de precios y el crecimiento económico. Sin embargo, ese incremento en TMP significa que ahora nos va a salir más caro endeudarnos o pagar las deudas vigentes, aunque doctrinariamente la ciudadanía consuma menos y ahorre más. Así se reduce la demanda y se alivia la presión sobre los precios, pero al caer los ingresos aumenta el desempleo y se perjudica el crecimiento, aunque el propósito es bajar la inflación sin causar una recesión.
Pero ¿qué es la Tasa de Política Monetaria? pues es el “ conjunto de medidas de la autoridad monetaria cuyo objetivo principal es conseguir la estabilidad del valor del dinero y evitar desequilibrios prolongados en la Balanza de Pagos. Se concentra en el manejo de la cantidad de dinero y de las condiciones financieras, como las que se refieren a tasas de interés, volúmenes de crédito, tasas de redescuento e encajes, y otras”; y es manejada con mucha prudencia por la connotada economista licenciada Rebeca Patricia Santos Rivera ex ministra de Finanzas, hoy presidenta del Banco Central, su directorio y equipo pero, sin olvidar las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el principio de autodeterminación de los pueblos.
La sustentación legal de la Tasa de Política Monetaria en Honduras son los artículos 342 de la Constitución de la República; 2, 6, 16, literales f) y m), 23 y 43 de la Ley del Banco Central de Honduras; 43 de la Ley del Sistema Financiero y en el Reglamento de Negociación de Valores Gubernamentales, contenido en el Acuerdo No.12/2013 del 17 de octubre de 2013, la misma “ Los distintos escenarios estarían determinando:
1. Seguir utilizando la TPM como variable de señalización para el mercado de dinero y la gestión del crédito, contribuyendo a propiciar un entorno macroeconómico estable;
2. Continuar analizando la composición de los instrumentos directos de política monetaria, con el fin de fortalecer la señalización de la postura de política;
3. Mantener niveles de liquidez congruentes con el objetivo de estabilidad de precios y el fortalecimiento de la posición externa del país;
4. Retomar la subasta como mecanismo de asignación de divisas en el mercado cambiario y continuar monitoreando el desempeño del mercado organizado de divisas, con el fin de preservar el valor interno y externo de la moneda; y
5. Evaluar el Programa Monetario, adecuando las medidas de política monetaria, crediticia y cambiaria en función de los probables cambios de perspectivas o supuestos utilizados en el Programa Monetario.
Enuncio: “El objetivo del FMI es lograr un crecimiento y una prosperidad sostenibles para cada uno de sus 191 países miembros. Con esa finalidad, respalda políticas económicas que promueven la estabilidad financiera y la cooperación monetaria, que son esenciales para la productividad, la creación de puestos de trabajo y el bienestar económico” y nuestro país no está en condiciones de emular la épica decisión de Malasia de hacer caso omiso a las recetas de Papa Fondo a pesar de estar viviendo una de las peores crisis financieras de la historia, y optó en cambio por seguir “la doctrina Sinatra.
“ Una de las razones por la que Malasia rechazó la asistencia fue porque no estaba de acuerdo con sus políticas. Pese a que el país siempre fue una economía bastante abierta y orientada al mercado, se equilibraba con una participación considerable del Estado en la economía, escribieron los profesores Ross P. Buckley y Sarala M. Fitzgerald en su artículo Una evaluación de la respuesta de Malasia al FMI durante la crisis económica asiática, publicado por la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia”.
El primer ministro Malayo Mahathir “responsabilizó entonces a Occidente de las causas de la crisis y señaló al magnate estadounidense de origen húngaro George Soros como principal beneficiario de los movimientos especulativos de capital que hicieron temblar las monedas asiáticas. El millonario estadounidense George Soros fue acusado de especular en su propio beneficio con los mercados cambiarios. Soros se defendió de aquellas acusaciones”
Conclusión: de mis maestros aprendí la micro y macroeconomía empero, los países para poder solicitar préstamos al FMI deben contar con variables económicas estables, de una garantía institucional que se mantendrá y de la política económica que requiera el organismo para cumplir con sus compromisos financieros.