El París SG sufrió este viernes un nuevo revés en el pulso que mantiene con su antigua estrella Kylian Mbappé: la Federación Francesa de Fútbol (FFF) rechazó la petición de reexaminar el requerimiento por el que el club debe abonar 55 millones de euros al jugador. La solicitud del PSG ante el Comité ejecutivo de la FFF fue transmitida un día después de que expirase el plazo, afirmó a AFP una fuente próxima a estas instituciones.
El club parisino disponía de 10 días para realizarla a partir de la decisión de la comisión paritaria de apelación de la LFP en favor del actual jugador del Real Madrid, el 25 de octubre.
El PSG, que recibió la notificación de esta decisión el viernes por la mañana, no se esperaba un resolución a su favor, pero sí reconoció su sorpresa porque el rechazo haya llegado a causa de un defecto de forma.
Kylian Mbappé, que reclama 55 millones de euros (57,3 millones de dólares) en salarios impagados y otras primas a su antiguo club, recurrió a la comisión jurídica de la LFP francesa, que abogó en septiembre por una mediación entre las partes. Pero, ante la negativa del jugador, resolvió instar al PSG al pago de esa cifra en ocho días.
– ¿Rumbo a la justicia ordinaria? –
El PSG interpuso entonces un recurso, rechazado, antes de dirigirse al Comité ejecutivo de la FFF.
Aunque la dirección del club confesó en varias ocasiones a nivel interno que el conflicto deberá resolverse probablemente ante la justicia ordinaria, en caso de que el jugador acuda a los tribunales laborales.
Mientras, el club dispone de la posibilidad de recurrir ante el Comité Nacional Olímpico y Deportivo Francés (CNOSF) y ante un tribunal administrativo.
El conflicto entre la estrella y el PSG halla su origen en un acuerdo alcanzado en el mes de agosto de 2023 entre el delantero y la dirección del club.
Mbappé fue apartado del primer equipo parisino por haber rechazado renovar con el club. Esa renovación hubiera permitido al PSG percibir dinero por un eventual traspaso, mientras que Mbappé recaló a coste cero en el Real Madrid en calidad de jugador libre.
En virtud de aquel acuerdo, el jugador se comprometía a renunciar a 55 millones de euros en diversas primas si se iba libre a final de curso.
Pero la validez de ese acuerdo, que el propio jugador había evocado públicamente ante la prensa en enero, es discutida por el entorno de la estrella.
El jugador reclama el pago de 55 millones de euros que corresponden al último tercio de una prima por firmar (36 millones de euros brutos), las tres últimas mensualidades, así como una prima de ética de esos tres meses.