Un grupo de expresidentes de España y América Latina condenaron este miércoles la invasión de Rusia a Ucrania, una «acción criminal y de lesa humanidad» que ha «afectado severamente los principios fundacionales de las Naciones Unidas», según dijeron en una declaración.
Con motivo de los 1.000 días de la agresión rusa a Ucrania, que se cumplió el martes, 28 exmandatarios integrantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) expresaron su solidaridad con las víctimas y sus familias por este «grave atentado al Derecho internacional por parte de Rusia y (su presidente) Vladímir Putin».
Los expresidentes señalaron en su texto que, además de víctimas civiles, la «invasión a gran escala» hecha por Rusia ha dejado la cifra de más de 6 millones de refugiados, solo superada por el número de desplazados venezolanos en los últimos años (Más de 7,7 millones de personas, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela de la que hace parte la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La «impune invasión rusa a territorio ucraniano» afecta el «respeto a la dignidad de la persona humana y la garantía de sus derechos, sólo posible mediante el imperio del Estado de Derecho» y contemplada en la Declaración Universal de Derechos Humanos, dijeron los firmantes.
Rubrican el texto Mario Abdo (Paraguay), Carlos Alvarado y Óscar Arias (Costa Rica), José María Aznar y Mariano Rajoy (España), Felipe Calderón (México), Rafael Ángel Calderón y Laura Chinchilla (Costa Rica), Alfredo Cristiani (El Salvador), Vicente Fox (México), Federico Franco (Paraguay), Eduardo Frei (Chile) y Osvaldo Hurtado (Ecuador) y Julio María Sanguinetti (Uruguay).
También suscribieron la declaración Mauricio Macri (Argentina), Jamil Mahuad (Ecuador), Carlos Mesa (Bolivia), Mireya Moscoso (Panamá), Lenin Moreno (Ecuador) Iván Duque, Álvaro Uribe y Andrés Pastrana (Colombia), Ernesto Pérez Balladares (Panamá), Jorge Tuto Quiroga (Bolivia), Miguel Ángel Rodríguez y Luis Guillermo Solís (Costa Rica) y Juan Carlos Wasmosy (Paraguay). EFE