Abg. Dennis A. Castro B
Cuando los ciudadanos se enfrentan a una situación en la que los mismos diputados permanecen en el poder durante largos períodos hasta llegar a cansar al votante sin una producción legislativa significativa, se produce un desgaste de la democracia. Este fenómeno, donde los representantes parecen enraizados en sus cargos y poco comprometidos con el cambio o el progreso, genera frustración, apatía y desconfianza en el sistema democrático, lo anterior ante una secuencia de diputados pétreos o los hijos herederos haciendo una oligarquía familiar que a todas luces no es más que, continuidad del statuo quo. Las causas de la permanencia de diputados sin producción legislativa hay muchas, pero tenemos entre otras: a. falta de renovación política en los partidos políticos: En muchos sistemas, sobre todo en países subdesarrollados, los partidos no promueven la renovación interna, permitiendo que los mismos diputados se reelijan repetidamente. Esto bloquea la entrada de nuevas voces y perspectivas que podrían traer ideas frescas y cambios positivos. b. intereses particulares y conformismo: Los diputados que logran enraizarse en sus puestos suelen estar alineados con intereses particulares o élites políticas que los sostienen en el poder. En lugar de legislar para el beneficio de la sociedad, estos representantes se enfocan en mantener sus posiciones, sin asumir riesgos o proponer iniciativas que desafíen el statu quo. b. falta de incentivos para la productividad legislativa: En algunos países y en especial el nuestro, el sistema político no exige a los diputados que demuestren un mínimo de producción legislativa o que rindan cuentas sobre sus actividades. Sin este tipo de controles, es fácil que los legisladores caigan en la inacción y mantengan su puesto sin aportar mejoras concretas. Lo anterior, hace un impacto en la democracia con el consecuente desgaste y desconfianza ciudadana: La democracia se debilita cuando los ciudadanos perciben que sus representantes no trabajan activamente para mejorar su calidad de vida. La falta de resultados legislativos concretos y el estancamiento en el poder crean una sensación de que el sistema está diseñado para favorecer a unos pocos, no para representar los intereses del pueblo. Se fomenta una desmotivación y baja participación electoral, siendo la permanencia de los mismos diputados y la falta de cambio generan apatía en los ciudadanos, quienes pueden dejar de participar en las elecciones al sentir que votar no hará una diferencia real. Esta desmotivación es peligrosa para la democracia, ya que un sistema democrático fuerte depende de una ciudadanía activa y comprometida creando entonces un obstáculo al progreso social y económico, la producción legislativa es esencial para abordar problemas sociales, económicos y ambientales. Cuando los diputados no producen leyes, el país se estanca, y las necesidades urgentes de la población quedan desatendidas. Esta falta de acción contribuye a una crisis de gobernabilidad y limita el desarrollo.
Que alternativas pudiese existir para fortalecer la democracia y la producción legislativa, pues veamos: 1. límites a la reelección: Imponer límites al número de mandatos que pueden ocupar los diputados permitiría una renovación constante en el Congreso. Esto ayudaría a combatir el enraizamiento de los mismos representantes y abriría el espacio para que nuevos líderes y perspectivas lleguen a los cargos públicos. 2.rendición de cuentas y evaluación del desempeño legislativo: Establecer mecanismos de evaluación para los legisladores, en los que se midan sus contribuciones y productividad, incentivaría un trabajo más activo. Esto podría incluir reportes anuales, auditorías y penalidades para aquellos que no cumplan con un mínimo de actividad, no volveríamos a ver más gente con dos y tres plazas y luego de diputados, no dando productividad satisfactoria a la función parlamentaria, como hoy hay muchos ejemplos en el Congreso Nacional.3. fomento de la participación ciudadana en la legislación: Crear canales en los que los ciudadanos puedan proponer ideas legislativas y participar en debates ayudaría a mantener a los diputados en sintonía con las necesidades de la población. Esto puede incluir consultas ciudadanas o plataformas digitales donde las personas puedan evaluar la productividad de sus representantes. 4. transparencia y acceso a información: Hacer públicas las estadísticas de productividad y la asistencia de los diputados a las sesiones permitiría a los ciudadanos evaluar el desempeño de sus representantes. Con más información disponible, los ciudadanos pueden tomar decisiones más informadas en las elecciones, talvez esto último llenará de vergüenza (si la hubiere) a quienes son vegetales del parlamento hondureño, simples espectadores, seres inocuos en el Congreso Nacional. La permanencia de diputados sin producción legislativa es un desafío para la democracia, ya que limita el progreso social, económico y político de una nación. La falta de resultados y la percepción de un sistema estancado desalientan la participación ciudadana y erosionan la confianza en las instituciones. Para revitalizar la democracia y garantizar que el congreso cumpla su función, es fundamental implementar reformas que promuevan la renovación, la rendición de cuentas y la transparencia en el poder legislativo. Sólo así se podrá asegurar un gobierno que verdaderamente represente y responda a las necesidades del pueblo, basta ya de diputados pétreos o vegetales parlamentarias: por el bien de la democracia, hoy tenemos pétreos y vegetales en todos los partidos políticos, herederos hoy hijos de otros pétreos, con las consecuencias ya conocidas.