Elsa Ramírez*
Don José Maximiliano Barroso (Don Pepe) llegó a nuestra capital desde su tierra natal La Habana, Cuba, con el único propósito de proyectarse a favor del más necesitado, hacer el bien, por el bien mismo y estableció los llamados “merenderos Don Pepe”, donde preparaba los más exquisitos manjares, los que compartía con algunas organizaciones sin fines de lucro, hospitales, personas naturales, etc., que llegaban al negocio ubicado atrás de la iglesia La Catedral… todo eso ya es historia.
Don Pepe estaba lleno de bondad y filantropía, hasta él llegaban cartas procedentes de diferentes países solicitando ayuda no sólo alimenticia sino en metálico, para viajar, pagar la cuota de la universidad, de una vivienda, compra de medicamentos o material didáctico; lo vimos en varias oportunidades salir del negocio a repartir alimentos en la Plaza Morazán, especialmente a niños y ancianos.
Fue así que para reconocer a “Don Pepe” su colaboración a las clases más desposeídas un grupo de hondureños agradecidos y amantes de la cultura, decidieron formar un comité para erigirle un monumento al benemérito ciudadano quien durante su permanencia en Tegucigalpa realizó una inmensa labor social; visitó hospitales, cárceles, asilos de ancianos y albergues para niños, en los que compartió momentos de alegría.
“Este grupo de intelectuales estaba compuesto por periodistas, escritores y ciudadanos de diferentes estratos hondureños entre quienes figuraban: Nahún Valladares y V., Hermán Allan Padgett, Magda Argentina Erazo, Belisario Romero, Raúl Lanza Valeriano, Ramiro Colindres Ortega, Gloria Diaz, Carmencita Fiallos, Guillermo Codrington, Guillermo Pagán Solórzano, Leda Zúñiga, Marco Tulio Garay, Federico Duarte, Alfonso Cárcamo, Moisés Canelo, Roberto Soto Rovelo, Crescencio Cruz Delcid, Marco Rolando San Martín, Samuel Villeda Arita, Conrado Henríquez Flores, Antonio Osorio Orellana, Mario Hernán Ramírez” y desde EE. UU., algunos compatriotas quienes recogieron el dinero necesario para erigirle un busto, con su respectivo pedestal en un área verde ubicada en la calle de los Alcaldes, cerca de un centro comercial, trabajo que fue esculpido en Bellas Artes y que fue destruido.
Hacemos un llamado a quien corresponda para su pronta reparación, ya que se encuentra en una zona de mucho crecimiento y en ese estado desluce el entorno de la pequeña plaza donde se encuentra.
“Gracias Don Pepe por todo lo bueno que hizo por nuestros hermanos carentes de alguna necesidad”
*Licenciada en Comunicación Social y Publica.