Valencia (AFP). Dos semanas después de las devastadoras inundaciones que dejaron más de 200 muertos en la región, la Agencia meteorológica española activó el aviso rojo en el litoral de Valencia por riesgo importante de lluvias tras un nuevo episodio que ya descargó las primeras trombas en Andalucía.
«El peligro es extremo. Evita los desplazamientos. Pueden producirse desbordamientos de cauces e inundaciones», indicó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la red social X.
En las próximas horas «podrían acumularse más de 180 l/m²», indicó el organismo al elevar el nivel de aviso al caer la tarde. La alerta estará activa en la zona entre las 21:00 horas locales y las 11:59 del jueves.
Poco después, el gobierno valenciano -muy criticado por la gestión de la emergencia que derivó en las graves inundaciones del 29 de octubre- ordenó la suspensión de actividades escolares, deportivas y de movilidad de vehículos privados en más de un centenar de municipios de esta región del este de España, incluida la capital, Valencia.
Las restricciones se extenderán desde la noche del miércoles «hasta las 23:59 horas» del jueves, indicó el presidente regional, Carlos Mazón, en su cuenta de X, «para garantizar la seguridad de las personas».
Muchos de los municipios arrasados por el primer temporal, que dejó 223 muertos en total, vuelven a encontrarse ahora bajo alerta roja y temiendo por el estado de su alcantarillado, en muchos casos taponado por el barro seco y los escombros aún por retirar.
Las condiciones meteorológicas obligaron a interrumpir el tren entre Barcelona y Valencia, así como a aplazar al menos hasta el mediodía la reactivación de la línea de alta velocidad que une la tercera ciudad de España con Madrid, que debía retomarse este jueves tras el desastre.
También quedó aplazada para el viernes la esperada comparecencia de Mazón, quien debía dar cuenta el jueves ante el Parlamento valenciano de su controvertida gestión de la primera emergencia.
Este nueva DANA (depresión aislada en niveles altos) arrancó el miércoles poniendo en alerta a varios puntos del Mediterráneo español.
La ciudad de Málaga, en el sur, parecía de momento la más afectada, con el desalojo de más de 4,200 personas principalmente de viviendas próximas a los ríos, la suspensión del transporte urbano y de gran parte del servicio ferroviario.
«Hoy Málaga está paralizada», afirmó a periodistas el presidente regional de Andalucía, Juan Manuel Moreno. «Sé que para los ciudadanos es un problema el no poder llevar a los niños a clase» o ir a trabajar, pero tras lo visto en Valencia hay que «prevenir» y «minimizar el impacto en términos de pérdida de vidas humanas», agregó.