El Cementerio General de Tegucigalpa, permaneció por años en el olvido, donde se profanaban tumbas y era refugio de delincuentes, pero actualmente las autoridades iniciaron una transformación y recuperación de la historia que ese camposanto representa.
Es un espacio con derroche de mucho arte en arquitectura, donde descansan los restos de grandes poetas, expresidentes del país, así como empresarios que han sobresalido en la historia de Honduras.
El administrador del Cementerio General, Edras Izaguirre, explicó que cuando iniciaron la actual gestión se encontró un gran problema de abandono, con los pasillos obstaculizados, y lleno de maleza, por lo que se ha realizado una limpieza a profundidad.
“Se hizo una reparación y reconstrucción de los muros, para lo que recibimos un presupuesto mayor a un millón 700 mil lempiras. Se hizo la iluminación completa desde la entrada principal hasta el castillo Soto”, indicó.
Resaltó que la administración está comprometida al rescatar del patrimonio que se encuentra en ese camposanto, donde hay mucho arte e historia que ha permanecido abandonada.
Izaguirre señaló que se encontraron 3 mil tumbas profanadas, de las cuales ya casi el 100 por ciento han sido selladas con el apoyo del alcalde, Jorge Aldana, que hizo la donación de herramientas y materiales.
Este es un espacio de 40 manzanas de tierra, con gran cantidad de mausoleos construidos en formas de iglesias, pilas, castillos, murallas y fortalezas que no se observan en otros cementerios.
“Se ha sellado con el fin de que no se sigan dañando las placas, cruces, mausoleos de las personas que están aquí. Lo bueno es que hay algunas tumbas que sí se reconocen, como la del doctor Jesús Aguilar Paz, este mausoleo estaba totalmente profanado”.
“Identificamos su tumba porque la placa no fue dañada, y eso nos permitió saber quién era. Igual de Visitacion Padilla, Julio Lozano Diaz, aquí hay muchos expresidentes y otras personas que dieron cosas importantes a la historia de nuestro país”, destacó Izaguirre.
Necroturismo
Asimismo, explicó que las órdenes del alcalde han sido claras, que se debe trabajar para la recuperación del patrimonio, para tratar hacer de este espacio un lugar turístico.
Ya se han realizado algunas pruebas pilotos sobre el necroturismo, en las que se han implementado todos los métodos de seguridad, para poder apreciar la última morada de cientos de hondureños.
Este espacio donde reina el silencio de la muerte fue decretado como patrimonio histórico por el Congreso Nacional en 1995, su historia se remonta a 1875, cuando se inició su construcción en la zona del “Chiverito”, en Comayagüela. Fue inaugurado en 1877, por el presidente Marco Aurelio Soto.
A lo largo de su historia el Cementerio General de Tegucigalpa, ha sido testigo de varios eventos que marcaron la historia de Honduras; como La Segunda Guerra Civil de Honduras, en 1924.
En ese tiempo los cuerpos de muchos combatientes fueron sepultados sin nombres, y también ese campo fue testigo del paso del huracán Mitch en 1998, que dañó muchos mausoleos y tumbas.
“Cuando se habilitó este espacio todos los demás se cerraron, y muchos cuerpos se trasladaron para aquí. Hoy el cementerio consta de 40 manzanas, y tenemos más de 15 presidentes de la República enterrados”, resaltó Izaguirre.
Manifestó que hay más de 900 mil cuerpos sepultados, pero solo se tiene un registro de 70 mil, debido a que con el paso del Mitch muchos sepulcros fueron removidos por las corrientes de agua, y también un incendio borró los archivos.
“En esta administración se han descubierto 400 tumbas que estaban bajo dos y tres metros de tierra. Hoy las tenemos a la exhibición de cualquier persona que quiera venir e identificar a su familiar”, señaló.
Detalló que estas fosas algunas están con cerámica, con esculturas, azulejos y jarrones, lo que podría facilitar la identificación de los restos de quienes permanecen en este patrimonio funerario.