Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLÍ, El Paraíso. Las alianzas estratégicas son positivas, siempre y cuando estén en la dirección correcta. LA TRIBUNA ha sido por espacio de 46 años, en lo que corresponde a esta zona, un aliado permanente con la educación, la salud, la cultura, productores del campo y caficultores y, en el ámbito nacional con el pueblo hondureño, siempre con el lema: Una voluntad al servicio de la Patria.
Somos el medio escrito con mayor vinculación social en esta zona, y bajo ese contexto, en el plano personal y como representante de este rotativo, hemos llegado a ser parte del desarrollo en diferentes áreas al ser tomados en cuenta para dar nuestro aporte directo dictando conferencias a docentes y alumnos de los diferentes centros educativos del municipio. Debo decir con honestidad que esa vinculación personal con la sociedad, ha sido a través de este medio al que represento con orgullo y perfilo su imagen como un diario comprometido con los sagrados intereses de la patria.
Estamos al cierre del año educativo en los diferentes centros educativos, con aciertos y desaciertos porque los cambios en educación todavía están por verse. Es importante una reforma educativa donde el docente no esté del todo sujeto a los tediosos informes para llenar estadísticas, sino a la modernización total del sistema con un proyecto nacional de acuerdo a la idiosincrasia del hondureño.
La Catedra Morazánica, durante el presente año, logró un impacto positivo entre los docentes que, sin mayores referencias perfilaron la imagen perdida del héroe entre los educandos que llegaron a ser parte del ideal morazánico con jornadas de trabajo a través de concursos literarios, historia, parodias, exposiciones y conferencias con expositores conocedores de la historia.
En este orden la participación de este rotativo, en atención a la alianza estratégica con las autoridades de Educación y Casa de la Cultura, hemos contribuido directamente como expositores en los diferentes foros realizados con alumnos del noveno grado y, graduandos de las diferentes carreras durante el presente año.
El tema principal que manejamos durante estas jornadas es Conociendo a Morazán como estadista, revolucionario y soldado. Su legado y ejemplo para motivar al estudiante sobre la imagen del estadista que, se mantuvo oculta, pero visible como soldado y en los últimos años su figura distorsionada como turista.
A estas alturas, las nuevas generaciones conocen a un Morazán diferente, no visto solamente en los campos de batalla, sino como el reformador visionario sobre la importancia de la educación cuando expresó: la educación es el alma de los pueblos y abono a los ejércitos de la libertad.
Es de esta manera que los jóvenes han conocido a Morazán, primero como secretario general del Estado de Honduras. En dicho puesto se dio a conocer su talento y valor militar en la defensa del sitio de Comayagua el 7 de abril al 9 de mayo de 1827 y se definió como estratega librando la Batalla de La Trinidad el 11 de noviembre, obteniendo un triunfo completo, contra las autoridades centroamericanas arbitrarias, representadas en Honduras por el coronel Justo Milla.
Elegido presidente federal durante los años 1830-1834. En su discurso de toma de posesión dijo: “Una ciega obediencia a las leyes que he jurado, rectas intenciones para hacer el bien general y el sacrificio de mi vida para conservarlos, es lo único que puedo ofrecer en obsequio de tan buen deseado fin”. Sobre la educación puntualizó lo siguiente: “La educación pública que proporciona las luces, destruye los errores y prepara el triunfo de la razón y de la libertad, nada omitiré para que se propague bajo los principios que la ley establezca”. “Por desgracia hasta ahora mucha parte de la juventud es entregada en manos de la ignorancia y de la superstición. Los funestos vicios del sistema colonial se trasmiten entre nosotros, de padres a hijos, y el trastorno de las revoluciones que se han repetido en los estados desde su independencia”.
Una parte que motivó a los estudiantes durante las exposiciones fue la propuesta hecha a Morazán por cuatro veces de convertirse en dictador y el rechazo ante lo que él considero que no estaba bajo sus valores y principios que él profesaba. Los muchachos que se mantenían atentos a la disertación, ante aquel ofrecimiento a Morazán, respondieron al unísono: “aquí se quedan con el poder, ante un ofrecimiento así”. Una actitud como esta refleja el pensamiento de los jóvenes sobre las dictaduras oprobiosas y, los antivalores de los políticos hondureños”.
Un hecho relevante para los jóvenes, fue el exilio voluntario de Morazán cuando dijo: Me alejo, pues no por cobardía, sino por el mismo sagrado deber con que el destino tiene atado el hilo de mi existencia al porvenir de Centroamérica. Allá en mi destierro voluntario, sabré esperar el tiempo necesario, para que los enemigos demuestren con los hechos la sinceridad de sus propósitos de construir bajo menores bases la unidad de Centroamérica.
Otro pensamiento motivador para los estudiantes fue: Ni el oro del Guayape, ni las perlas del Golfo de Nicoya volverán a adornar la corona del Marqués de Aycinena; ni el pueblo centroamericano verá más esa señal oprobiosa de su antigua esclavitud, pero si alguna vez brillara en su frente este símbolo de la aristocracia, será el blanco de los tiros del soldado republicano.
En resumen, la Catedra Morazánica, aunque con limitaciones, los docentes la tomaron en serio y motivaron a sus alumnos a conocer a Morazán como estadista, revolucionario y soldado por las circunstancias de la época colonial. Como una voluntad al servicio de la Patria, somos parte de esa alianza estratégica por el bien de la educación.
