Como un joven visionario, sin vicios que tenía el sueño de convertirse en un gran empresario en la venta de teléfonos celulares, fue descrito por su familia doliente, el joven William David Rivera Suazo (22), a quien el pasado viernes 31 de octubre le quitaron la vida de manera violenta, junto con su amigo José Daniel Alcerro (26).
Rivera Suazo también era un joven promesa con excelencia académica desde la escuela, hasta en la universidad privada de la que pronto egresaría.
Ambos fueron asesinados y dejados sus cuerpos al interior del vehículo propiedad de Rivera Suazo a la orilla de la carretera que de la capital conduce a la zona norte del país. Este doble crimen se mantiene bajo investigación coordinada por fiscales de la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV).
Las instrucciones son llegar al paradero de los homicidas y presentarlos ante los juzgados y tribunales correspondientes.
Preliminarmente, el caso era investigado por la Policía Nacional quienes en un primer momento confirmaron a este rotativo que a los jóvenes los habían asesinado supuestos miembros de estructuras criminales.
También informaron que estos jovencitos eran investigados por estar relacionados a actividades ilícitas, pero esa versión fue descartada por el ente fiscal.
A seis días de este condenable suceso, Niccol Suazo, dijo entre lágrimas que su hermano William David Rivera Suazo iba a graduarse próximamente de la universidad. “Mi hermano estaba próximo a realizar su práctica profesional, estudiaba ingeniería industrial en la Universidad Católica, culminó todas sus clases, nosotros ahora recibiremos su título”.
Suazo recordó que su hermano desde hace dos años comenzó a emprender en la venta de celulares de alta gama. “Las ventas las realizaba a través de Marketplace (plataforma en línea en la que tiendas pueden anunciar sus productos)” amplió.
SALIÓ A ENTREGAR TELÉFONOS
“Lo último que supe fue que mi mami lo vio acostado en la cama de su habitación en la casa, lo observó que estaba dormido, pero recibió una llamada para hacer una entrega de celulares, mi hermano solo vendía teléfonos de alta gama como ser IPhone” recordó.
“Mi madre salió a realizar una diligencia personal y al regresar mi hermano ya no estaba, se comunicó con él y le dijo que andaba comiendo con unos amigos y que después realizaría la entrega de unos teléfonos. Mi hermano se ve cuando sale con su mochila, en pijama y en sandalias”, relató.
La joven comentó que William David era amigo de José Daniel Alcerro, el otro joven con quien lo encontraron sin vida. “Yo no lo conocía realmente, pero mi mamá me dijo que era buena persona, él solo fue acompañar a mi hermano en esa entrega de celulares” añadió.
“Mi hermano mandó un audio que ya había hecho la entrega de los teléfonos y suponemos que después de eso fue interceptado”, sospechó.
El papá de Rivera Suazo se fue para los Estados Unidos con el objetivo de darle una mejor vida. “Somos una familia luchadora, originarios de Olancho, el papá de mi hermano es mecánico y de eso trabaja en Estados Unidos, allá pudo ahorrar una significativa cantidad de dinero, le dijo a mi hermano que invirtiera ese dinero y así fue como comenzó el emprendimiento. Ese fue su capital para comprar teléfonos” refirió.
“Desde la escuela hasta sus estudios de ingeniería, mi hermano fue excelencia académica, mi muchachito era aplicado y ahorraba desde niño. Hoy me encontré con una conversación que tuve con él y me decía que su sueño era poner una tienda, pero ya no va a poder cumplir su anhelo”, sollozó entre lágrimas.
Niccol Suazo compartió que “William a los 30 años deseaba tener muchas tiendas a nivel nacional, iba a lograr cumplir su meta de ser empresario de éxito, porque no era vicioso, nada de drogas, ni de alcohol, él era ejemplar se lo digo de corazón y con mi alma destrozada, me siento orgullosa de él”.
“Nada nos va devolver a mi hermano, creemos en la justicia de Dios, pero no quiero que otra familia viva lo que nosotros estamos sintiendo, el caso está en manos del Ministerio Público quien continua con la investigación, tengo fe primero en Dios y en las autoridades de que se va poder hacer algo”, añadió.
La joven resaltó que “quiero limpiar el honor de mi hermano por lo que se ha dicho, quiero que sepan cómo era él: es decir un buen muchacho y un joven bendecido”.
Acerca de que ambos muchachos se dedicaban a la venta de vehículos, como también trascendió, la joven explicó que “eso es nuevo, había comprado dos carros para la venta, pero no los había vendido y ahí quedaron a su nombre y no los logró vender con dinero de él y del papá”.
“Quiero que todos los que conocimos a mi hermano lo mantengamos vivo con sus recuerdos, siempre le dije que me sentía orgullosa de él, logró grandes cosas, fue un gran ser humano, ténganos en sus oraciones para que Dios nos dé fortaleza, a mi mami y a mí también”, finalizó.
