LAS imágenes que capturan el momento cuando la comitiva integrada por los monarcas españoles, el presidente del gobierno y el presidente de la Generalitat, llegaron a visitar las zonas afectadas por el poderoso fenómeno DANA, en el centro de Paiporta, Valencia, muestran cuando estos son agredidos –entre insultos, gritos y lanzamiento de barro– por la indignada multitud congregada en las enfangadas calles y aceras. “Pedro Sánchez abandonó la comitiva al activarse el protocolo de seguridad”. (Los insultos iban dirigidos “especialmente al jefe del Gobierno, con cánticos hasta de palabras soeces, aunque también pidiendo la dimisión del presidente regional”). Sin embargo, los reyes, con los pegostes de lodo que les lanzaron –en el rostro y en las chaquetas– se quedaron, dando la cara, y tuvieron un acto de decoro de pedir perdón. Se pudo apreciar el esfuerzo que hacían de aproximarse a los enfadados residentes. Algunos, bajando el tono y la agresividad de su reclamo, en la medida que Felipe y Letizia intentaban aproximarse a dialogar con ellos. (“Reina no es por ustedes” –se excusó con Letizia uno de los espectadores– mientras ella, rota en llanto, era abrazada por otra vecina de la comunidad que estaba entre el grupo).
La actitud de los monarcas de no abandonar la zona y acercarse a reconfortar las víctimas, les granjeo cierto grado de reconocimiento. Se pudo observar en las imágenes a la guardia personal del rey protegiéndolo con un paraguas del lodo que les lanzaban, y el momento cuando se detiene a consolar a un grupo de jóvenes quejosos, quienes, después de una plática ininteligible, responden respetuosos y con afecto al abrazo de Felipe. Las cámaras también pudieron captar a la reina Letizia, con la cara manchada de barro, llorando con los afectados. Las redes sociales publican videos “de varias personas atacando el auto del presidente del gobierno español, mientras este es evacuado a un punto seguro”. Seis días después de las trágicas inundaciones que cobran decena de muertos, muchos perjudicados denuncian “la falta de alerta temprana cuando ya las aguas cubrían varias localidades”, la “mala planificación durante y después de la crisis”, sumado a que “la ayuda está tardando en llegar”. De ello culpan a las disputas políticas entre el gobierno regional que dirige Mazón y el nacional que preside Sánchez”. “Las imágenes de Sus Majestades –leen comentarios en la prensa española– fueron, si cabe, de las más duras y amargas de su reinado, pero su reacción resultó firme y empática incluso con los que vociferaban fuera de sí”. “Hicieron suyo el dolor de los desesperados e incluso la cólera de los afligidos y enrabietados, puede que familiares o amigos de fallecidos”. “Nuestros compatriotas –así justifican el enfurecimiento– no pueden comprender, porque es inexplicable, que la cuarta economía de la zona euro se desempeñe como un Estado fallido del tercer mundo, de esos que, solidariamente, nos han tendido una mano”. “No pueden ni deben aceptar que España disponga de medios y capacidades suficientes para enfrentar cualquier emergencia y no se encuentren sobre el terreno desde el primer día por burocracia, incompetencia y politiquería”.
(¿Sabías qué –tercia el Sisimite– entre los testimonios dados por algunas de las víctimas a los medios informativos, hubo quienes asemejaron la desgracia sufrida en Valencia con aquel bíblico diluvio que azotó aquí el país? -Más o menos –recuerda Winston– para estas fechas. Y las tomas que pasaron en Valencia de aquel calvario –como en muchos otras partes del mundo– movieron el corazón de muchísimas almas bondadosas. Allá organizaron colectas y respondieron a la tragedia como si fuese propia. Mayor razón de todos acá, de apesararse y corresponder por esas horribles angustias que ahora ellos atraviesan. -Cambiando de tema –vuelve el Sisimite– hoy son las elecciones en el imperio. -Y aquí –reacciona Winston– supieras cuántos hay sufriendo calenturas ajenas. -Pues –interrumpe el Sisimite– ni tan ajenas. Si allá estornudan aquí pega pulmonía. -Alucinarse con lo que no es suyo –replica Winston– ¿no será que acá les gusta empolvarse con harina de otro costal?).