Una exhaustiva inspección en el sector de Paguales, municipio de San Francisco, departamento de Atlántida, fue realizada por el Instituto de Conservación Forestal (ICF), junto al Segundo Batallón Verde, la Policía Militar del Orden Público (PMOP), las Fuerzas Armadas de Honduras (FF. AA.) y la Secretaría de Defensa (Sedena).
Personal de estas instituciones se adentró en el corazón de este valioso ecosistema y durante la operación se localizaron 270 plantas de caoba, una especie que amenaza la integridad de estos humedales.
Además, se encontraron dos viviendas tipo barracón sin ocupantes, pero con señales de reciente actividad humana, y vestigios de una tercera estructura incinerada, la cual provocó un incendio en la vegetación aledaña.
Con estas acciones, según autoridades, los entes vinculados reafirmaron su compromiso con la protección de las áreas naturales, ya que la defensa del patrimonio natural es innegociable.
NO MÁS DEFORESTACIÓN
Por otra parte, el ICF instó a intermediarios de la madera, industrias privadas, y cualquier persona que realice acciones que perjudiquen los bosques y tierras nacionales, a cesar sus acciones ilícitas.
“El uso de artimañas ilegales o la explotación de la falta de conocimiento jurídico de las comunidades rurales para firmar contratos injustos, así como los intentos de apropiación ilegal de tierras nacionales, serán perseguidos sin contemplación alguna”, advirtió el organismo, a través de un comunicado.
Según el ICF, estas acciones afectan gravemente el patrimonio forestal esencial para las futuras generaciones de hondureños y representan un atentado contra el bienestar y desarrollo de las comunidades.
“Las cooperativas han sido clave en la conservación de los bosques a lo largo del tiempo, evidenciando que la organización comunitaria y la gestión planificada puede asegurar la permanencia de estos valiosos recursos”, agrega la publicación.
DATOS
La protección de los bosques nacionales, según el Instituto de Conservación Forestal (ICF), “no solo es una cuestión ambiental, sino también un pilar esencial para el desarrollo económico y social de nuestro país. Hacemos un llamado a toda la ciudadanía a sumarse a estos esfuerzos y a valorar el papel que las comunidades rurales y las cooperativas agroforestales desempeñan, en la construcción de un futuro más justo, sostenible y próspero para los hondureños”.