VALENCIA, España. El gobierno español anunció que enviará 10,000 soldados y policías adicionales para la búsqueda de desaparecidos y la distribución de ayuda en las zonas devastadas por las inundaciones, el «mayor desastre natural en la historia reciente», que deja al menos 213 muertos.
«Hoy mismo llegarán a la provincia de Valencia 4,000 efectivos adicionales de las unidades militares y (…) a primera hora de mañana llegarán los 1,000 efectivos militares restantes», que se unirán a los 2,500 soldados ya en la zona, anunció el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
También se desplegarán 5,000 policías y guardias civiles, duplicando los agentes ya presentes, para garantizar la seguridad y evitar saqueos, que se han convertido en 82 detenciones, dijo Sánchez en un mensaje desde el Palacio de la Moncloa, tras presidir una reunión del comité de crisis.
El dirigente socialista calificó este evento como el «mayor desastre natural en la historia reciente» de España y «la segunda inundación que más víctimas se ha cobrado en Europa en lo que va de siglo».
Según un último balance de los servicios de emergencia difundido el sábado por la noche, las inundaciones han dejado al menos 213 muertos, entre los cuales 210 en la región de Valencia (este), dos en Castilla-La Mancha (centro) y uno en Andalucía (sur).
El gobierno advierte que el saldo aumentará, ya que el número de desaparecidos sigue siendo elevado, sobre todo porque todavía hay cuerpos atrapados entre las montañas de automóviles que se apilan en carreteras o en los estacionamientos.
Las tormentas del martes vertieron en unas horas una cantidad de agua equivalente a la que cae en un año. Las riadas destruyeron puentes, barreras, casas y arrastraron cientos de vehículos, que ahora dificultan el tránsito de los servicios de emergencia.
– LA RESPUESTA «NO ES SUFICIENTE» –
Ante la creciente desesperación de la población, que sigue buscando a sus allegados o clama por agua o alimentos, Sánchez admitió ser «consciente de que la respuesta que se está dando no es suficiente».
Por igual, el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, que ha recibido críticas por la lentitud en la ayuda o por la tardanza en que fueron enviadas alertas a la población el martes, anunció la noche del sábado una serie de medidas para reconstruir infraestructuras, garantizar viviendas para los afectados y evitar riesgos epidemiológicos tras las inundaciones.
«Sé que estamos pasando en nuestra tierra por el peor momento de nuestra historia, un momento de una magnitud que nadie podía imaginar, estamos ante el reto de nuestra vida y juntos lo vamos a solucionar», afirmó Mazón.
«Gracias a la gente que ha venido a ayudarnos, a todos, porque por parte de las autoridades, nadie», dijo indignada Estrella Cáceres, en la localidad de Alfafar, donde los vecinos seguían este sábado sacando barro a palazos de sus casas, sin Presencia del ejército, constató un periodista de la AFP.
«Los políticos prometen mucho y luego la ayuda llega cuando llega», dijo resignado Mario Silvestre, un residente de 86 años de la población de Chiva, con decenas de casas destruidas, y donde tampoco habían llegado soldados este sábado.
– CATÁSTROFE «SIN PRECEDENTES» –
Sánchez garantizó que el gobierno «está listo» para seguir enviando recursos a Valencia.
España ya inició «los trámites para solicitar la ayuda del fondo europeo de solidaridad», agregó el presidente del gobierno, quien visitará las zonas afectadas junto a los reyes de España el domingo.
El dirigente se congratuló de que ya se haya recuperado el 94% del suministro eléctrico y la mitad de las líneas telefónicas en las localidades afectadas y retirado más de 2,000 vehículos «y cientos de toneladas de lodo y de escombros», lo que ha permitido reabrir calles y carreteras.
Precisamente, una de las prioridades del ejército, además de la búsqueda de desaparecidos, es reabrir vías para permitir la entrega de ayuda.
«La magnitud de esta catástrofe no tiene precedentes», reconoció al diario El País el ministro de Transportes, Óscar Puente.
Las muestras de solidaridad continuaron este sábado, en particular en Valencia, donde millares de personas se dirigieron a pie con palas y escobas por segundo día consecutivo a las localidades afectadas.
El gobierno de Valencia decretó restricciones a la circulación de particulares por las zonas afectadas durante el fin de semana, para evitar entorpecer las labores de los equipos de rescate.