Manuel Aguilar Palma
Por recomendación de nuestro aliado del norte, entramos a la etapa, que ellos conceptualizaron, como “Democrática,” y que, una vez mencionada por aquellos lados, aquí empezamos a repetir mecánicamente sin profundizar en el tema, al parecer ellos, lo entienden como el hecho, de estar ejerciendo el sufragio cada cuatro años nada más.
Como ya llevamos más de cuatro décadas en ese proceso, tiempo es ya de hacer una reflexionar sobre el papel de los diferentes gobiernos que se han turnado en los asunto de Estado, pues antes pensamos que iban a contribuir a mejorar las condiciones generales del país y del pueblo, aparecieron como una luz en el firmamento, incluso, fue tal, la esperanza que el 85 por ciento de los hondureños estaban claros o eran liberales o nacionalistas, y en esa forma empezamos con una serie situaciones y problemas sociales, como la pobreza, la inseguridad y un prolongado etc., que los diferentes gobiernos de diferentes colores prometieron resolver, empezando por uno que decía: “guerra a la pobreza y la miseria”, luego llegó otro: “que vamos al cambio”, y más tarde otro que expresaba: “vamos hacer la revolución Moral”– y un prolongado etc.
Cuando estos gobiernos se rotaron en los asuntos de Estado, teníamos problemas en todos los órdenes, conservábamos una pobreza solo superada por Haití, y Nicaragua.
Con quien, siempre nos peleamos el antepenúltimo lugar en Latinoamérica, hoy las cosas son más claras, Nicaragua ya nos superó, tanto en seguridad como en salud, tiene un sistema de seguridad, muy bueno, y reducción de la pobreza, (véase las estadísticas) más bajo, que el nuestro. Así es que hoy estamos claros, en el antepenúltimo lugar.
Con el funcionamiento de estos gobiernos, hubo una luz de esperanza en la sociedad, contábamos con problemas sociales de todo tipo como la inseguridad, la falta de empleo, un deficiente sistema de salud, y otros que el ciudadano común conoce.
En nuestro pueblo es muy común escuchar que este gobierno está realizando obras materiales en muchos lugares del país, lo cual es cierto, pero también es muy cierto, que ese tipo de obras las han realizado los diferentes gobiernos que se han rotado en los asuntos del Estado, desde los tiempos del presidente Gálvez a la fecha. Eso no tiene nada de novedoso.
Pero lo lamentable de nuestra realidad es que por años el mismo pueblo pobre financia las campañas políticas, y mantiene un organismo electoral de elevados costos, de dudosos resultados positivos.
Y todos los días las carencias en todo sentido en la sociedad, son más que evidentes, y ya las hemos enumerado por este medio, si alguna diferencia podemos agregar es que los mismos problemas que conservamos, desde que entramos a la etapa que unos llaman “democracia” son los mismos que conservamos en este momento, con un agregado hoy son mucho más agravados.
Entre tanto, bueno es que cada hondureño reflexione sobre esta realidad; al igual, que nuestra clase gobernante, para aplicar los correctivos necesarios si en realidad hay voluntad y amor por este país, porque, así como vemos las cosas, hay una realidad: estamos peor que hace cuatro décadas, y usted amable lector, que opina: ¿igual o peor?
Periferia de San Miguel de Heredia, octubre de 2024.